BCCCAP00000000000000000000678

Ante todo, se ha presentado a nuestra vista con fuer– za la realidad de América Latina. En el curso de fa pri– mera semana, especialistas en los problemas latinoame– ricanos nos han informado acerca de la situación en este Continente, y nosotros mismos hemos querido percibir por eX:periencia directa esa realidad. Así es como hemos podido darnos cuenta al vivo de la im– portancia de nuestra vida y de nuestra vocación. En todas las partes del mundo, en efecto, nuestra Orden halla magníficas oportunidades para encarnarse verda– dera y eficazmente en la sociedad humana como leva– dura de justicia y de promoción social (CONST. 11, 46. 84 ss.). Ese «grito de los pobres, que nunca se ha oído tan acuciante», lo hemos oído con nuestros propios oídos, hemos visto con nuestros ojos la condición infrahuma– na de tantos seres humanos, que viven «oprimidos por su indigencia personal y su miseria colectiva» (Pa– blo VI, Exhortación, 17). Y esto ha sido para nosotros una llamada del Espíritu hacia una Hdelidad cada día mayor a nuestra vocación. A esta luz hemos compren– dido con mayor claridad y fuerza la invitación de nues– tras Constituciones invitándonos a la búsqueda de nue– vas formas de presencia y de acción, a fin de compro– meternos en serio en la obra de evangelización y de elevación de la comunidad humana. Los hermanos del Consejo Plenario han captado con mayor viveza hasta qué punto posee valor actual nues- -6-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz