BCCCAP00000000000000000000678

III. PRACTICA DE LA ORACION 21. Recogiendo las experiencias de los hermanos y las informaciones de los delegados, proponemos cuanto sigue a la reflexión común. 22. Cada uno de los hermanos orando en espíritu y en verdad, abandónese confiadamente a la «di– vina inspiración» con libertad evangélica. Por eso es conforme a nuestra manera de ser, po– niendo a salvo la unidad de espíritu y de la vida de oración en cada fraternidad, fomentar el plu– ralismo en lo que se refiere a las formas tradi– cionales renovadas oportunamente (v. gr., el ejer– cicio del Vía Crucis, del Corazón de Jesús, Rosa– rio de la Virgen María) y a las nuevas formas que han de crearse con criterio de adaptación. 23. Una fraternidad orante marcha bien cuando los hermanos se sienten recíprocamente responsa– bles en el impulso de la. vida de oración. Pero son los superiores quienes principalmente han de ser los animadores de la vida de oración, ya que a ellos corresponde proporcionar a los her– manos espíritu y vida con el ejemplo y con la doctrina (Const. n.º 147). -55-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz