BCCCAP00000000000000000000673
Contemplación en san Francisco píritu nos ilumina para reconocer en todo hombre con el que nos encontramos al «hermano», y a la «hermana». - Ha sido descrita como diálogo con la Santísima Trinidad que habita en nosotros; como adoración del Pa– dre en Espíritu y en verdad (Jn 4, 23). - Es una manera de participar en la alianza perso– nal y comunitaria ofrecida por Dios a los hombres para el cumplimiento de su proyecto de amor que se realiza en la Encarnación del Hijo, que ha venido al mundo para que tengamos la vida en abundancia (cfr. Jn 10, 10). Así, la contemplación nos hace capaces de luchar por la justicia y aceptar la persecución. - La contemplación, como vida de la alianza con Dios, se expresa y se nutre a través de la ·escucha de la Palabra, la celebración de la Eucaristía y el amor a los hermanos. - Es un don de discernimiento profético, por el que el contemplativo se hace capaz de ver la mano de Dios en la historia y de captar su evolución desde dentro de la misma a la luz de la Palabra revelada; y, por lo mismo, se hace capaz de convertirse en protagonista de esa mis– ma historia seg_ún los designios de Dios. - Es una experiencia gradual de la verdad que nos libera de las ilusiones, sobre todo de las falsas «verdades», como las que provienen de los poderes políticos y econó– micos, que luchan por cambiarnos con el fin de conver– tirnos en servidores de sus intereses. 7. La contemplación de san Francisco, que inspira nuestra propia contemplación, podría caracterizarse así: - San Francisco descubre el amor de Dios en el Cris– to pobre y crucificado de san Damián, en el abrazo al le– proso, en la Sagrada Escritura y en la Eucaristía. Así, el amor a Cristo pobre y crucificado lo lleva a amar a los hom– bres, sobre todo a los más pobres y atribulados. Por lo tan– to, Dios es visto y contemplado en el interiOH!e las reali– dades humanas; en ellas se revela su trascendencia. 12
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz