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CAPITULO XII FIESTAS JUBILARES (25 AJ\J"OS) DE LAS CAPUCHINAS MISIONERAS DEL TRABAJO Se cumplieron los veinticinco años de existencia de la Institución de las Capuchinas Misioneras del Trabajo. Desde aquel memorable día 12 de agosto de 1956, en que se dio el hábito a las tres primeras que tuvieron la valentía de iniciar esta hermosa aventura, ya habían transcurrido veinticinco años de su existencia. Por lo que llevamos referido en esta pequeña historia puede apreciarse la labor que ha realizado la Congregación y su eficacia en la Iglesia. Quizás nos hayamos dejado algo en el tintero, no de tanta relevancia como lo anteriormente señalado, aunque no menos importante, como el que una religiosa, Sor Asunción Sandoval, estuviera durante bastantes años dando clases a los párvulos del Colegio Escolanía y atendiendo a la limpieza del Colegio. Otras se hicieron cargo, por corto espacio de tiempo, de una Guardería organizada y sostenida por miembros de la Acción Católica. Se encargaron igualmente de la Casa Sacerdotal de Torrelavega -desde el 8 de febrero de 1965 al 28 de febrero de 1967- la que hubo que abandonar por algunas deficiencias de los mismos sacerdotes, y aunque ya se les había preparado resid.encia propia junto a la recién construida iglesia de la Virgen Grande . Se celebraron en este período de tiempo tres Capítulos Generales. El Primero, en octubre de 1962, el Segundo, el 4 de agosto de 1968, y el tercero, en 1972 . En este mismo año, después de .algunos acondiciona– mientos ya indicados, se inauguraba la nueva Residencia de Ancianos de la Casa Madre en Santander. Al año siguiente se cancelaba definitivamente (19 de enero de 1973) la cuenta hipotecaria con la Caja de Ahorros y queda– ba de entera propiedad de la Congregación. En agosto del verano de 1981 se comenzaron a celebrar las Fiestas Jubilares de los Veinticinco años primeros, en Guadalajara (Jal.) Méjico y en esta postrera fundación, donde se halla Sor María Pilar García en la Casa del Buen Samaritano hacía ya cinco años y ella misma cumplía veinticinco años de su Consagración a Dios por ser una de las cofundadoras. El día 12, festividad de Santa Clara, se tuvo una misa concelebr-ada por tres sacerdotes, el P. Mariscal, el P. Angel (éste estaba--de paso en la Casa y era de Sinaloa) y el P. Emilio que presidió la celebración; Sor María Pilar renovó su profesión. Tomó el hábito una aspirante. Dos Agregadas hicieron su compromiso por primera vez. Otras varias lo renovaron . Dos niños, reco– gidos por las Agregadas , Gloria y Carmela en su Obra, hicieron la Primera Comunión y asistieron tantas personas a la ceremonia que resultó insufi– ciente la capilla para dar cabida a todos. Mientras se recitaba el Te Deum, se 49

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