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El fumador que diariamente quema un par de ,paquetes puede ser enérgico consigo mismo para que el consumo baje a la mitad. Es una forma de ayuno que los médicos aplaudirán. Y en el caso no hace falta acudir a razones transcendentales para imponerse tales medidas. Y otro tanto dígase del adicto al alcohol. Refrenar el apetito instintivo en estas zonas de la vida es algo muy laudable... y diríase que hasta ecológico. Ayuno muy urgente porque la sociedad se va viciando y deteriorando por el abuso placentero de tantos estimulantes que sordamente van haciendo un trabajo de zapa «contra naturam». Que la Iglesia en su itinerario cuaresmal insista en estas privaciones es bien de agradecer. Ahora que su función no es moralizadora simplemente, saneadora como la de un consultorio médico. La comunidad creyente abre una panorámica para motivar ese tipo de privaciones con razones de fe. Nuestros comportamientos más triviales no son medidas que pueda tomarun estoico en base a los buenos principios de la razón; son normas de conducta que uno acepta por Cristo nuestro Señor. El prefacio IV de Cuaresma, en el que se alaba a Dios por los frutos del ayuno, recuerda lapedagogía cristiana del ayuno ascético: Porque con el ayuno corporal refrenas nuestras pasiones, elevas nuestro espíritu, nos das fuerza y recompensa, por Cristo nuestro Seifor. Del tiempo que ha seguido al Concilio tenemos una Carta Magna sobre la penitencia cristiana, la constitución apostólica -máxima categoría de documento en la Iglesia- de Pablo VI Paenitemini, por la que se reforma la disciplina eclesiástica de la penitencia (1966). De la constitución ha fluido el derecho posterior para regular tiempos y modos penitenciales. El Papa hizo una honda reflexión desde la Biblia y desde la cultura contemporánea, y sobre la penitencia corporal decía: La verdaderapenitencia no puede prescindir, en ninguna época, de una «ascesis» que incluya la mortificación del cuerpo; todo nuestro ser, cuerpo y alma (más aún, la misma naturaleza irracional, como frecuentemente nos recuerda la Escritura), debe participar en este acto 53

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