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Quinto domingo: Los profetas, la voz de los profetas, que es el refresco tonificante de la revelación. Estos son los pasos de nuestra meditación. Los pasos de nuestra meditación Primer domingo El pecado original (Gn 2-3) es meditación del primerdomingo del año A, abismo al que nos asomamos para entender algo del mysterium iniquitatis -el "misterio de iniquidad"- en el que el ser humano de alguna manera se ve cómplice. En el año B, otra consideración sobre los orígenes: el Pacto con Noé (Gn 9,8-15), anterior a la ley mosaica, garantía del amor de Dios a los hombres. Para el hombre que piensa en un ecumenismo universal es muy confortante esta dilatada apertura de la Palabra de Dios a las naciones, antes que existiera Abraham: El diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra. Guerra mundial, genocidio... ¡qué palabras frontalmente blasfemas son éstas de cara a la Palabra de Dios! El tercer año, año C, el texto sagrado es una confesión de fe: Mi padre fue un arameo errante... El Señor nos sacó de Egipto... Nos introdujo en este lugar... Pudiera ser que éste haya sido el primer «Credo» de Israel. El origen de todo proyecto, de todo camino lo debemos poner en una profesión de fe. Segundo domingo La consideración cristiana en el segundo domingo se cierne los tres años sobre Abraham: Vocación (Gn 12), sacrificio de su hijo querido, Isaac (Gn 22), alianza (Gn 15). 30
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