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EL B. DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ Y EL SIGLO ILUSTRADC 271 A Sevilla regresa en febrero del mismo año de 1785, a dar una nueva misión al pueblo. El día 26 manifiesta a su director espiritual 175: « Esta misión es tan dura que me parece se llenan los deseos de usted. La ardentía con que predico, jamás la he tenido. Los asuntos son fortísi– mos y hasta la voz dicen que es otra. He publicado que tenemos cerca un gran castigo, etc. Y esto ha ocasionado algunas conversaciones en las tertulias, de las que algunas ha presenciado el Sr. Bejarano y sé que me ha hecho la caridad de explicar y aclarar mis proposiciones. Yo las fundo en lo que nos tiene prevenido nuestro Santísimo Padre Pío VI, que ya estamos en el instabunt tempora periculosa, y en las Santas Escri– turas, que nos aseguran de los castigos cuando llegan las culpas al término que las vemos. Estoy predicando en el púlpito qu::! predicaron San Vicente Ferrer, San Francisco de Borja, el Venerable Maestro Juan de Avila y otros tales, y me han dado fuertes deseos de decir con el primero 176 : "Soy otro ángel del Apocalipsis (ya usted sabe en qué sentido) que vengo a anunciar los castigos para señalar a los que con la penitencia han de preservarse". Y porque no parezca al vulgo arrogancia, no lo dije; aunque me inclinaba a decir: "Soy el ángel de Ezequiel: Designatam super frontes gementium, etc.". Pero nada diré sin la orden de usted, porque hoy me hallé en la Sagrada Escritura que dice Diqs hay muchos profetas que hablan por sí, y que éstos se conocerán engañadores en que no sucede lo que anuncian. Esto me ha hecho caer mucho el interior ardor con que me hallaba para predicar, bien que la interioc moción no me falta. Los actos de contrición son no sé cómo. Sólo sé decir que, en llegando a ellos, es como querer levantar un muerto. Dios tenga mise– ricordia de mí» m. Desde Málaga, el 27 de mayo, participa: « Aquí se dice por cierto que nuestro Rmo. P. General se halla preso por orden del Emperador, a quien vino enviado del Papa para componer sus desafueros, etc.; que a un Provincial lo tiene en cárcel pública por haber escrito al P. General. Hoy se escribe de aquí a Viena para saber la verdad de todo esto» 178 • El efecto de tan alarmantes noticias queda patente en la que ende– rezó el mismo día a su director espiritual: « Yo voy siguiendo en los términos que decía en mi última, con muy vivos deseos de pelear con 175 CA, 94s. 176 Primero coresponde, como es obvio, a San Vicente Ferrer, a quien citaba el Beato más arriba, nota 42. 177 Javier Herrero (ob. cit. 143) comenta este pasaje con escaso acierto. :'10 ha entendido el alcance de la expresión « soy otro Angel del Apocalipsis » ni la atenuación del predicador. No se ha preocupado de corregir la errata de CA en ese pasaje de Ezequiel 9, 4: Et signa tau super frontes [virorum] gementium, esto es, y marca con la tau o signo de la cruz las frentes de los que gimen afligidos por las abominaciones que en Jerusalén se cometen. Con todo, en la página siguiente ha calificado de « energumenismo » lo que cualquier entendido denominará hoy espíritu profético. Lo que el P. Cádiz pretende en ese y en otros pasajes parecidos, reflejo de su actitud en el púlpito, es la corrversión de sus hermanos, es sacudir las conciencias aletargadas. Y lo conseguía, como expresó en sus conocidos versos el poeta José Joaquín de Mora. "' CES, 55.

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