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250 ANSELMO DE LEGARDA a los pl'ójimos » 68 • A los ocho días le habla de que les persiguen desem– barazadamente a los dos regulares que han quedado en la universidad de Sevilla regentando cátedras. A dos regulares, es decir, al propio P. González y a otro. Le traslada la confidencia del Sr. Regente sobre « el despreciable concepto que merecen a los cortesanos y ministros los regulares» 69 • En Jerez los marqueses de Villapanés, en acción de gracias por el nacimiento de un hijo, celebran una función de iglesia. El P. Cádiz predica el sermón « o, por decirlo de una vez, predioó Dios hora y media o cerca... A los señores agradó mucho, y la señora camarista me instaba le diese el papel, y no habiendo hecho ni una leve apuntación, ha querido se lo escriba, como lo estoy haciendo con gran trabajo, por falta de tiempo y por mi inhabilidad para escribir un sermón. Un sujeto, religioso de gran literatura, dijo ser un sermón muy estudiado y apren– dido, que nada tenía de sobrenatural o que atribuir a influjo del Espíritu Santo; que todo era puro galaico en su estilo, divisiones, subdivisiones, etc., y que, para algunos, no había tenido undón para mover, etc. Yo sólo digo que, bendito Dios, no intento captar la estimación de las criaturas, sí sólo agradar al Señor. Hubo mucho concurso y no pequeña moción en él. La idea fue nuestra obligación o deuda para el señor San Miguel, a la que se corresponde con el desempeño de las obligaciones del ma– trimonio» 70 • En enero de 1780 es la misión en el Puerto de Santa María. El Beato refiere sus preparativos: « El día 16 por la mañana fuimos a presen– tarnos al Sr. General, el que nos recibió con particulares expresiones de afecto y confianza. Hablamos largamente sobre varios puntos y que– damos de acuerdo en cuanto le propusimos sobre las funciones de la misión. Díjele que ésta era ya suya y su excelencia el misionero, etc. Pedíle me instruyese en los asuntos que juzgase convenía y necesitaba el pueblo, y así lo hizo. Añadíle que, siendo la acción toda suya, dispusiese de quién había de llevar el pendón de la Divina Pastora, y se ofreció a ser su excelencia, y no otro, como así lo ejecutó aquella misma tarde» 71 • Añade un interesante 'informe sobre el modo de predicar en esta misión 72 • Se conservan los esquemas de tres p1áticas de misión a la tropa en el Puerto de Santa María, año de 1780. Primera, sobre el modo de unir milicia y religión. Segunda, sobre la caridad con el prójimo. Tercera, sobre la deshonestidad. Los libros malos no deben leerse ni tenerse, porque envenenan y corrompen las sanas costumbres 7 3. En abril el director espiritual le comunicaba los rumores que corrían: « Ya te suponían enfermo, ya muerto, ya confesor del Rey y " DP, 331. " Cf. DP, 333. 70 DP, 335s. Serafín de Ausejo (Reseña, 175-176) registra este sermón panegírico entre las publicaciones de 1822. n DP, 384s. n Cf. DP, 385s. 1, Arsenal, 160-166.

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