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246 ANSELMO DE LEGARDA En enero de 1779, el director espiritual insiste en la pintura de los errores y vicios, y en la misión providencial del Beato: « Para que destruyas los del libertinaje que nos domina, se propaga y va inundando prácticamente al reino más católico, pero más :Eácil, por su índole, de seducir» 45 • En febrero el P. Cádiz quiere hacerle compartir su gozo: « He oído que el día segundo de Navidad tuvo Su Santidad consistorio en que anunció solemnemente la retractación y sujeción a la santa Iglesia ro– mana de Agustino Febronio; la que me ha sido de tanto consuelo que no es decible » 46 • En marzo no ha tenido todavía el consuelo de leer aquella alocución del Papa 4 7. El mismo mes puede participar que el fruto de la misión en Málaga « ha sido colmadísimo, especialmente en gente humilde y pobre» 48 • En ella ocurrió algo extraño: « Llegamos a la plaza, sitio destinado para la plática, donde esperaba todo Málaga, no cabiendo, aun en ella, tanto concurso. Subí a los balcones del Cabildo y, estando predicando, sucede venir con su coche y dos soldados de batidores con espada en mano, como es uso, el Sr. General (que, según su vida y modo de pensar, es tenido por hereje, aunque se ignora la relig1ón que sigue, porque es extranjero). Alborotóse todo el concurso, que se cree pasaría de veinte mil almas, y se principiaron a amotinar». El Beato los contiene y evita desgracias. « Desahogaron todos su ardor en gritar a toda fuerza: " Viva la fe de Jesucristo, viva la santa Iglesia, viva la Palabra de Dios, etc". Y el pobre General se llevó un sinnúmero de maldiciones» 49 • Del Ilustrísimo de Granada hay informes varios. « Es muy celoso de su rebaño, pero tiene un lado de un señor particular, su favorito, el cual es tenido por libertino, sin conocérsele relígión alguna» 50 • Volvemos a oír la voz del director espiritual que trasmite rumores encontrados: « Ya le darías motivos para que se edificase y no dijese, como algunos ya han dicho, que huyes del claustro» 51. Su constante predicación y su estancia en Ronda, como al principio indicábamos, po– dían dar pie a las habladurías de los maldicientes. El director se atenía a los buenos frutos de aquellas ausencias conventuales: « Ya es notorio en el reino, y conviene que lo sea, que el capuchino andaluz mueve los pueblos» 52 • Le recomienda que, en sus misiones, después de la patética demostración de los novísimos, gravedad del pecado, infructuosas con– fesiones, ninguna penitencia, etc., embista « con denuedo a los libertinos, a los ilustrados, a este siglo pagano, en que se idolatra tanto la razión natural, sometiendo a ella la fe » 53 • En carta posterior, del 24 de abril, 45 DP, 183. '' DP, 194. " Cf. CES, 2. "DP, 199. 49 DP, 201s. 50 DP, 204. 51 DP, 210. 52 DP, 213. s, DP, 214.

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