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316 CEI.ES '!'I;-;'(l DI<: .-15:u RHE 15ü su mano el 2 de mayo de 1603 en favor de la familia Jalpi 7 • Cuan– to a. los conventos de Bañolas y de Blanes ha_y dos posibilidades: o bien que el visitador se hubiese efectivamente trasladado a ellos, o bien que, omitida esa visita, hubiese dado orden de que los re– ligiosos de aquellas comunidades salieran a esperarle en otro con– vento próximo. Esto último lo tenemos por más probable. Visitad.os los conventos de Sant Celoni y de Granollers, el padre general debió de seguir a Barcelona, desde donde podrá más fá– cilmente realizar su propósito de subir al santua,rio de Montse– rrat, de paso para Manresa. Dada la escasez de caminos y lo mon– tañoso del territorio catalán, lo razonable era usar el camino ge– neral que, partiendo de la frontera francesa, enlaza la ciudad condal con Zaragoza y Madrid. Una vez en Barcelona, parece que habría hecho la visita canónica de los conventos de Monte Calvario y de Santa Eulalia (Sarriá), residencia del provincial y casa de novi– ciado respectivamente 8 • ¿ Visitó san Lorenzo el santuario de Iviontserrat? Bien que no haya documento contemporáneo que de modo expreso lo afirme, los biógrafos del Santo lo dan por un hecho cierto. Y con mucha razón. Es sabida la devoción de san Lorenzo a María y a .los san– tuarios marianos, como el d.e Loreto y el Pilar de Zaragoza. Y cuan– do estuvo en España, pudo apreciar la devoción especialísima que los capuchinos catalames, y aun los de toda España, profesaban a la Madre de Dios venerada en aquella célebre montaña. Y nues– tros hermanos catalanes no habrían dejado de referir al Santo, por si lo ignoraba, que lo primero que hicieron nuestros fundadores, venid.os de Italia en 1578, fue subir en peregrinación a aquel san– tuario, a ponerse bajo el amparn de la Madre de Dios y encomen– dar a esta poderosa Señora la empresa que traían de difundir la 7. Andrés <le PALMA DE M~I,L0RCA, OFMCap : una. carta. de hermandad firmada por san Lorenzo de Brindis, en «El Apostolado Franciscano» (Barcelona) 36 (1949) 407 s. 8. En este punto nos apartamos del sentir del padre Arturo de Carmignano (art. cit., ]96). -según; el cual san Lorenzo pasó directamente de San Celoni a Mont– serrat, dejando a un !ado Barcelona, adonde habrá de venir más tard•e para la cele– bración del capítulo. Nosotros creemos que el Santo desde San Celoni siguió el ca– mino general hasta Granollers, haciendo escala en esta población, donde teníamos convento los capuchinos. 17 de Granollers, a Barcelona y a Montserrat.
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