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163 EL CONVENTO n~: CALATAYUD 023 siendo provincial de Cataluña_, porque creía, que una casa de la Or. den en Calatayud ayudaría mucho para fundar en Castilla 18 ¿ En qué sitio estuvo el primitivo convento de Calatayud? Nos lo dice don Vicente de la Fuente, natural de aquella dudad e histo• riador de su · ciudad natal : «Primitivamente los capuchinos vivie• ron en una gran cueva, ·debajo del pairón de San Vicente 19 , en los hiladores, fuera de _la puerta de Zaragoza» 20 • La noticia del señor de la Fuente la sabíamos ya por el padre Francisco de Ajofrín, cro– nista de la provincia de Castilla, y por el padre Vicente de Agón, provincia,! de Aragón. Dice Ajofrín : «Fabricaron los capuchinos este convento en 1600 en unas cuevas de una gran peña salitrosa que do– mina la ciudadJJ 21 • Y el padre Ag6n : ((El convento primitivo de los capuchinos fue una parte de las cuevas que confrontan con las eras del camino de la Soledad, según opinión común» 22 • Y aún an– tes que estos tres autores españoles, lo había consignado en el tomo tercero de los Anales de la Orden el padre Marcelino de Pisa Ma– tisconense. En la Vida del P. Pedro de Segura nos dice que este religioso gravemente enfermo en Calatayud, ocupaba una celda de la enfermería que «se habíai edificado interior a un pedazo grande de piedra» ; in rupe elaborata 23 • 18. Cf. Miguel de VAT,LADOLm, OFMCap: Crónica de los Fray/.es Menores Capu– chinos de la provincfa de la Nladre dé Dio•s, de Cataluña. Libro ·I: De la! fundación de esta provincia de los capuchinos· de la Madre de:. Dios de Cataluiia, ms. f. 66¡ r. Bl padre Ambrosio de Saldes publicó la parte que se refiere a la fundación de la provincia y de los conventos, en «Revista. de Estudios Franciscanos» de Barcelona, tomos 5-7 (1910-1911) ; 5 (1910) 171-774, 396-400; 6 (1911) 183-187; 7 (1911) 93-110, 19. San Vicente Ferrer, _como no cabía en la iglesia la multitud, hubo de subir a los cerros inmediatos, a los dos, extt-emos de la población, 11110 fuera de la puerta de Zarngoza, parte que domina -el barranco de la. Longia ; y otro más allá de la Peña, en otra tajadura o corte del ceno. En ambos parajes la devoción de las fieles, y el deseo de perpetuar la tradición de haber predicado allí aquel varón apostólico hicieron erigir dos pairones o grandes postes de ladrillo, en forma de columtia pía o adoratorio rural, donde se colocaron efigies del Santo, que aún se conservan. Cf. l.A FUENn;, Historia cit., 2; 70. 20. I,A FUENTR, o_b. cit., 130. 21. AJOfRÍN, ob. cit., 130. . 22. Vicente de AGóN, OFMC-ap : Manual o Lucero del convento de capuchinos de Cala.ta.yud, f. 2. Contiene su 'fundación, destrucción y reparación, con otras noticias curiosas e inter-esantes (en el A1·chProvCapNav; Varia, en Pamplona). 1!3. Maroelino de PISA, ob. cit., ad ann. 1614, 1i. 30/J, f. 1126; José de MADRID, OFMCap: Quarta parte de las Chr6nicas de los Frayles Men. capuchinos (Madrid, 1690) 165. Hace unos nueve años, la revista norteamericana _«J)fe» publicó la fotografía de una de las cu,evas de Calatayud; era precisamente la misma que los: habitantes de la ciudad señalaban como la primitiva morada de los capuchinos. El propósito de la revista, al hacer aquella publicación, era denigrar a España, dando a entender
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