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334 GERMÁN ZA~!ORA La formulación de las reglas newtonianas para hacer buena física la toma de Musséchenbroek-Genovesi (Elementa physica, 105-107), añadiendo parte de la explicación que da Jacquier (o.e. IV 8-16). Ese maridaje aparece en otros párrafos del mismo artículo y de la obra en general, en la que se trenza frecuentemente lo original con influ– jos no fáciles de identificar. Esencia, existencia y propiedades de la materia (II 11-25): En este apartado, tejido casi enteramente por notas (al texto se dedican sólo unas 57 líneas) toma las 12 páginas de la segunda de ellas, en que expone las concepciones antiguas y modernas de la materia, de Saguens (II 12ss). 26 Su repudio pertinaz de las formas accidentales y sustanciales, ex– ceptuadas éstas últimas en el animal, es también eco de la oposición a las mismas (II 29-35), de que fueron corifeos, entre otros, Maignan y Saguens, y que tanta resonancia tuvo a este lado de los Pirineos en la primera mitad del siglo XVIII. Aunque se rastrea algún influjo de «Mussch.-Genov.» (o.e. I 133), su fuente directa o indirecta debe situarse más bien en las obras de Saguens. 27 Existencia, atributos y propiedades de los cuerpos (II 36-40): ofre– ce un compendio de «Mussch.-Genov.» (o.e. I 107-ll0ss), con sus notas, que Villalpando a veces amplía, como ocurre con la relativa a Malebranche y su opinión sobre la existencia de los cuerpos: el español afirma traducirla libremente del «Ecclercissem. 5. Sur le premier liv. de la Recherche de la verité».zs De la extensión y demás atributos en particular: la página 40 y su nota resumen a Jasquier (o.e. IV 267); las páginas 44-47 lo trasie– gan literalmeente (íbid., 296-300); las restantes son tributarias de «Mussch.-Genov.» del modo siguiente: las páginas 41-44 dependen de dicha obra (I 112-114) y lo mismo las 48-66 (íbid., I 118-132), aunque 26. No hemos logrado localizar la extensa cita en las obras de Saguens, que en este punto disentía de la sentencia de su maestro Maignan. Éste afirma la constitución de los cuerpos a base de los cuatro elementos clásicos de Empéclocles, en su Cursus pbilosophirns, concinnatus ex notissimis cuique principiis, ac praesertim quoad res pbysicas i11sta11ratus ex lege naturae sensatis experimentis passim compraba/a (Lugcluni 1673) 327ss. Saguens rechazaba esta teoría, no menos que las de los peripatéticos, cartesianos y gassenclistas. Villalpando pudo tomarla de su obra Pbilosopbia Maig11a11i scbolastica sive in /ormam concinniorem et auctiorem scbolasticam digesta, distributa in tomos quatuor (Tolosae 1703). 27. La obra inspiradora de Villalpando, en este caso, hubo ele ser Accidentia pro/liga/a, species instauratae, sive de speciebus panis et vini post consecrationem dumtaxat manentibus (Mediolani 1700). Acerca de la polémica española sobre el tema, puede consultarse: M. MINDAN MANERO, La filosofía española en la primra mitad del siglo XVIII, en RevFil 12 (1953) 427- 443; Las corrientes filosóficas en la España del siglo XVIII, ibid. 18 (1959) 470-488; O. V. Qurnoz-MARTÍNEZ, La introducción de la filosofía moderna en España (México 1949); G. FRAILE, Historia de la filosofía española II, Madricl 1972, 9-11. 28. Sic (II 37). En la edición G. LEWIS, De la recbercbe de la vérité (Paris 1946) la cita se encuentra en el t. III p. 26s., y corresponde no al V, sino al VI Éclaírcissement.

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