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208 ~ FELICIANO DE VENTOSA poral - como real y plenamente salvado, como el reino de Dios ... En Occidente el error de que hablamos ha tomado forma sobre todo política y de mucho más complejo desarrollo. Es lo que puede llamarse la utopía teocrática, dando a esta palabra su más fuerte sentido. Exige al mundo y a la ciudad política la realización efec– tiva del reino de Dios, por lo menos en las apariencias y pom– pas de la vida social. El universo entero debe ponerse, desde aquí mismo, bajo el gobierno político de Dios. En adelante, el mundo y la Iglesia ocupan (y se disputan) el mismo terreno; la historia del mundo es historia sagrada ...En el orden de la cultura España sabe si algo de esa tentación teocrática penetró en el ideal cas– tellano de Carlos V y Felipe II. En todo caso, prácticamente, cier– tos excesos en el uso de los medios humanos y políticos, han hecho pasar sobre los hombres que largo tiempo los han recordado, la sombra y el estremecimiento del error 12 • Cuán distinto sabor dejan estas líneas que han de ser larga– mente comentadas en el decurso de nuestro estudio, al que nos han brindado las dedicatorias de Alfonso de Castro. Más pasmado quedará el lector ante el espíritu tan opuesto al de Alfonso de Castro que rezuman las conclusiones sostenidas por el conocido teólogo de nuestros días, Ives Congar, O. P. : La tolerancia vista como forma del respeto de la libertad de fe. La tolerancia vista como forma del respeto de la transcendencia de la Iglesia. La tolerancia vista como forma del respeto de la verdad. Tomamos estas conclusiones de una intervención de dicho teólo– go en las Conversaciones Católicas de San Sebastián, y recogidas en la revista «Documentos» 13 • Fueron tema de dichos coloquios en aquel año los problemas de «El orden temporal en su relación con la verdad religiosa» - la interpretación de la mitad de la his– toria de Europa pende de la actitud que se tome ante este pro– blema - como bajo el punto de vista de nuestras realidades ca– seras. La polémica del doctor Manyá, Contestando a un artículo de «Razón y Fe», del padre Guerreroª, nos muestra patentemente cómo en nuestra misma casa se estudia el problema y cómo apun– tan divergencias entre nuestros pensadores nacionales. Creemos, por lo mismo, que un estudio comparativo entre 1¡2. JACQUES MARITAIN, Humanismo intearal. Problemas temporales 11 espiritua– les de una Nueva Cristiandad . Trad. de A. MENDIZABAL. 3 ed. (Santiago de Chi– le, 1947). 116. 13. Cf. Documentos, n. 10, p.47. 14. Cf. Documentos, n.10, p.63-75.

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