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LA FILOSOFÍA DE FRANCISCO DE VILLALPANDO EN CATALUÑA 391 naturaleza y, por tanto, de la Filosofía Natural, debe hermanar los esfuerzos de la experiencia y de la teoría, de la mano y del ingenio.ªº Aparte esas interesantes observaciones acerca de una epistemología científica, el contenido de su Física y de su Metafísica se mantiene fiel al dúo antiguos y modernos, destacando en unos problemas la voz de los primeros y en otros la de los segundos. En la Física General deja entender que no le disgustaría el apela– tivo de peripatético, si se lima de él el peyorativo de «rígido». A dife– rencia de tales secuaces de Aristóteles, él no recurrirá a cualidades ocultas «ad explicanda quaecumque phaenomena naturae». Pero, fiel a los mismos, defiende la existencia de accidentes abso– lutos, o formas accidentales entitativamente distintas de la sustan– cia,31 y la explicación aristotélica del movimiento: «Motus Aristote– licus explicatur. .. : In hoc universo spatium vacuum non existit actu» (f. 29). En la Física Particular se percibe la misma ambivalencia, aunque se acentúe más en ella la aportación de los modernos. Basándose en las experiencias de Boyle y en los ejemplos de Musschenbroek, opina, contra los aristotélicos, que el fuego posee gravedad absolutamente, si bien sea leve respecto de otros cuerpos. La explicación del fenómeno luminoso ofrece un caso típico del maridaje que busca entre los dos polos, el de la especulación antigua y el de la experimentación moderna: así, admite la definición aristo– télica de la luz como acto del diáfano en cuanto tal, pero recurre a los corpusculistas para explicar ese diáfano, porque -dice- de los Peripatéticos «nihil aliud speres». El debate sobre los sistemas del universo lo cree poco menos que insoluble. 32 Rechaza por inexistente el sistema de Tolomeo. Considera falso el de Copérnico como tesis y como hipótesis, a la luz de la revelación y a la de la Física, y elige, como hipótesis, el de Tico Brahe. En su Metafísica, el mismo conato de compaginación, que lo aleja bastante del eclecticismo de Villalpando, mucho más inclinado hacia los modernos. Admite, «curo Musschenbroek et aliis Philosophis», la existencia de 30. «Recentiores, qui nimis delectari phrenomenis naturre semper insistunt nohis, ... quas... insultando Physicam scholasticam vocant speculationes otiosas... , meminerint quod in officiis experimentalihus tantum versatur ar s , non se i en ti a.» Ib. 31. «De forma accidentali. Sit Cto: Existunt accidentia Peripatetica, absoluta, seu enti– tative distincta a substantia.» Ib. f. 15. 32. «Res manet sub iudice, et forsan manebit usque ad finem sreculí.» Ib., f. 67.

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