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LOS ESTUDIOS EN LA ORDEN CAPllCHINA 335 rio que fueran informadas por un pensamiento conforme a los prmci– pics básicos y reguladores de la Reforma franciscana. Y fué ést~ otro acierto 111discutible de los legisladores de 1535-36. No nombran, es verdad, ningún maestro ll1 particular; pero las nota" características de la ciencia tan certeramente definidas en los artículos constitucionales lo ponen de manifiesto. Ese maestro no podía ser otro que el Seráfko Doctor S. Buenaventura. "Y no quieran adquirir la ciencia que en:'.<J– berbece, sino más bien la iluminativa e inflamantc caridad de Cris– to'' •~. Así la caridad y la ciencia son las dos alas, con que ha de pla– near el vuelo intelectual todo estudiante capuchino, quien iniciará to– ,Ja tarea escolar con las disposiciones tan bellamente manifestadas en esta oración de honda raigambre franciscana: Domine, iste viNssimus scrvus tuus et omni bono indignas, vult ingredi ad videndum thesau– rus taos. Placeat Tibi uf ,psum inclignissirnum ínlroducas, et des s,'hi in his verbis et sancta lectione tantum te diWgere, quantum te cognos– cer{:, quia nolo le cognoscere nisi ut te diligam, Domine Deus Creator meus. Amen 43 • Aún cuando nos falta un texto legal explícito que imponga como enseñanza obligatoria en las escuelas capuchinas de este período la doctrina buenaventurian:1, es históricamente cierto que los Capuchi– no, la enseñaron, propagaron y defendieron, si bien muchos de elles habían recibido una formación basada en los principios escotistas H_ Hay que reconocer, por otra parte, que por aquel rntonccs la d1Jctri- 11a del Seráfico Maestro no sólo era ignorada, sino que había qu1e11eci la tachaban de rara y hasta de errónea '". 1'\dcmás las ediciones de rns obras eran pocas y defectuosas. Para obviar a esta escasez ele r!'– cu:·sos bibliográficos, pensó en 1569 el Menor Convfntual Antonio Pn– ~-i de Montalcino preparar una edición manual de los Comentarios al libro de las Sentencia,, y efcctivamene salió a la luz munificentia et /iheralitate S. D. N. Pii V necnon so[ertia Congref;alionis Fratrum Ca- 42. Cf. EDUA!!DUS ALENCON!ENSIS, Primigeniae leglslationi; te.rtus originales, /ug. cit., p. 40G, n. 123. 43. Cf. ibld., p. 407, n. 125. El texto de estn oración está tomado al pié de la letra del libro de las Conformidades Cf. "Analecta Franciscana'', (Ad Claras Aquas, 1906) 605; (Ad Claros Aquus, 1912) 5, HI. 44. Bernardino de Asti había enseñado por espacio de diez años la doctrina del Doc– tor Sutil; mientras Bernardp10 de Monte dell'Olmo era conocido con el sobrenombre de ..oculus ScotiH. 45. Cf. MELCHOR DE Pom.. \DURA, El P. Pedro Trigoso de Calatayud, promotor de los estudios bue11ave11turia11os (1533-1593), en "Collect. Franc". 5 (1935) 376 sigs.

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