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60 MELCHOR DE PORLADURA rno de toda la Orden 152 • También el Nuncio de Su Santidad en Ma– drid, Mons. Rampolla, se asoció a la celebración de tan fausto acon– tecimiento m CONCLUSION Sirva de conclusión del largo recorrido, que hemos hecho, una de las muchas bellas frases de la fecunda pluma del P. José Calasatlz de Llavaneras. En su diario espiritual del mes ele mayo de 1881 leeri10s esta sentencia: "Para mi hay dos paraísos: la Orden y el Cielo" 15 4. Las pruebas de su entraü.able amor a la Orden Capuchina fueron elo– cuentes y numerosísimas; entre ellas queremos hacer resaltar el te– sonero esfuerzo con que trabajó por reinjertar las provincias espaü.o– las al tronco vitalizador, que nscibe su linfa renovadora de las puras fuentes que brotan junto a la Cátedra de Pedro. A partir ele aquella fecha memorable [1885) en los anales de la historia capuchina españo– la se interesó sin tregua ni descanso por el bienestar y progreso de los Capuchinos en Espafia; participó de sus penas y alegrías; impulsó y orientó sus actividades; defendió sus derechos; y desde el alto pues– to de honor y responsabilidad que ocupó en la Curia Romana hasta su muerte fué un dechado el(! las virtudes más características de la Orden. Durantf unos treinta años asistió día tras día al florecimiento de la vida conventual, al aumento continuo de vocaciones, a la acti– ddad siempre creciente de iniciativas apostólicas dentro de los con– fines de la patria y allende los mares. He aquí dos puntos de referencia. Los números tienen su elo– cuencia ªª· -~ño 1885 (fecha de la unión) Provincias Conventos 1 .. . Año 1918 (fecha de la muerte) 5 8 .. . 1~. Cf. «Analect& O. F. M. Cap.» 1 (1884-1885) 186-188. ll!S. V~aae el te:i:to má~ abajo: DOC. :n. 154. Cf. ANTONIO M. DI!: BARCELONA. ob. cit., 108. 65 155. Las noticias eetin entresacadas de Jag estad!etica~ ofici:ilea de la Orden pa– b1icaí:!a-s en <tAnalect:a» en hjs afiol'i respse't'h'o.!-.