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LA UNlóN DE LOS CAPUCIIINOS ESPAROLES hemos podido averiguar quién era el candidato de la comunidad de Arenys de Mar, pues no se ha conse1Yado la carta, si es que la escribie– ron; pero el 10 de diciembre rnlicitaban otrn n'z la unión y añadían que ci las circunstancias presentes aconsejaban a demorarla aún para las otras comunidades, que se concediera por lo menos a aquel corn-ento. G. -- UNA INTEHVENCIÓN SECHETA DEL P. Josf CALASANZ DE LLAVANEHAS Los defensores de la abolición del Comisariato Apostólico y de la consiguiente vinculación de los Capuchinos espaíioles a Roma habían combatido denodadamente la causa por espacio de tres años largos. dQué hacía mientras tanto el P. José Calasanz? dHabía lomado cartas en el asunto, o por el contrario se había contentado con :;eguir indi– ferentemente desde su apartado conwrlto ele Perpiñán las vicisitudes de los acontecimientos, esperando con tranquilidad el desenlace final? Su dt'cidida conducta posterior nos autoriza a afirmar sin rodeos que t:unbié1~ {,l se interesó por el (,xito feliz de los reiterados esfuerzos de sus hermanos y que participó activamente a la lucha. Y no se trata de una mera sospecha. En el borrador del informe presentado por la Cu– ria General a la Santa Sede a mediados de 1879 se dice textualmente que, con el pretexto de Yisitar a sus familiares y sin que nadie se diPra cuenta del fin que se perseguía, se había delegado a un súbdito cspa– flol, superior de un c·om·ento de la pro\·incia de Tolosa, para que pul– sara la opinión de los Capuchinos de España respecto a la unión 95 • Ahora bien, PI capítulo de esta pro\'incia, se había celebrado el 6 de ju– nio y el único superior de nacionalidad española que aparece en las ta– hlas capitulares es el P. José Calasanz de Llm-arwras, superior de la c·mmmidad de Perpiñán 96 • Nuestra hipótesis adquiere todo el crisma de la certeza, si se piensa que Procurador General por aquellas fechas era el P. Exuperio ele Prats de Iviolló, alumno de la misma prodncia de To– losa y entusiasta admirador del jown P. José Calasanz, como salta a la \·isla de estas pocas fras('S: "Por nuestras contínuas mutuas relacio– nes descubrí en ,q un religioso de una grandísima piedad, de una gran– de prudencia y sabiduría práctica, y de una instrucción eclesiástica se– gurísima y nutrida en las mejores fuentes. Esta fue la causa de que pu- 95, Cf. DOC. 9, El documento no lleva fecha; pero es ciertamente de 1879. 9G. Cf. IRENÉE D'AULON, O. F. M. Cap,, Histoire des Fréres-Mineurs Capucins de la province de Toulouse II (Toulouse 1937) 69.

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