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LA UNION DE LOS CAPUCHINOS ESPM:JoLES 27 de y el Estado espaüol, los ministros plenipotenciarios acordaron dejar en suspenso hasta nue,·a orden, lo pactado en la bula Intcr gracíorcs, es decir que por lo menos de una manera lransiloria quedaba abroga– da. La revolución de septiembre impidió qtle se ratificaran aquellas bases; con todo, en lo sucesivo se actuó como si el gobierno hubiera re– nunciado a los poderes qt:c le mnfería dicha bula. En electo, despu{s ch: haberse cerciorado por medio del Nundo ele iV1adrid, c1ue el gobier– no no reivLidicaría sus privilegios, Pío 1x el 12 de julio clL) lS',2 prournl– gaba un bre\·e, en virtud del cual los Dominicos espaüol('S pasaban ba-– jo la dependencia del I\Iaestro General · 1 °; y asimismo el 12 de febrero de 18'i5 obtenían su unión con Roma los Carmelitas Descalzos 50 3. - LA HESTAUHACIÓN Uno de los últimos aclos del gobierno del P. Nicolás ele S. Gim·,mni in lvlarignano, que tan clenodadamenle había sostenido la lucha por la aLolición del régimen excepcional clel Comisariato Apostólico, fu{. pre– cisamente la presentación de una terna de candidatos para que la San– la ~ede procediera al nombramiento del sucesor del P. Joaquín de Ma– drid, fallecido el 23 de enero de 1872. La terna había siclo solicitada por la S. Congregaeión el 13 de marzo, y aunque el P. General hubiera preferido renovar la solicitud de la abolición del Comisariato, el 15 de abril daba curso al ruego de la S. Congregación, y en la hoja de servi– cios del P. José de Llerena escribió este elogio, que inclinó la balanza a su favor: "Hace muchos aüos que vive en Roma como yicecomisario y postulador de la causa del venerable Diego José de Cádiz, y habien-– do participado siempre a la vida de comunidad, ha podido conservar el espíritu religioso. Por otra parte, es piadoso, c·elante; se interesa mu– cho por el bien de la Orden; es bastante docto. En una palabra, está adornado de las prendas y cualidades que se requieren, y además cono– ce bien las necesidades de los religiosos de Espaüa'· 51 • Quince días más tarde, el 30 de abril, sucedía al P. Nicolás en el gobierno de la Orden el P. Egidio de Cortona 52 • El nuevo general no 49. Cf. D. A. MORTIER, O. P., Hístoire des Maitres Géneraux de /'Ordre des Pré– cheurs VII (París 1914) 494 50. Cf. AMBROSIUS A S. TERESIA, O. C. D., Elenchus omnium Superiorum Ge– neralium Carmelitarum Discalceatorum: «Analecta Ord. Carm.ll 11 ( 1936 J 40. 51. La minuta de la solicitud del P. General con la lista de los candidatos se conserva en el Archivo general O. F. M. Cap.: G. 62. 62. C!. FELICE DA MARETO, op. cit., 290 sig.

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