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LA UN!óN DE LOS CAPUCHINOS ESPA1'1OLES 23 qualibct relígiosí natíon, 0 pcr unírersam Ilispaníarn. obstante ncminc, dcamlmlarc sua veste optime possunt. Et quanta nobís ex vcstra visi– tatione l'rit dccus et gloria" 42 • Indudablemente había sobrado optimismo en estas líneas; pero el P. General no desoyó la angustiosa llamada ni desatendió la oportuni– dad que se le brindaba para realizar sus proyectos. Y a principios de septiembre se halbba en el Heal Sitio. Hizo la \·isita canónica. reorga– nizó la comunidad, promulgó algunas ordenaciones y n'non) el nom– hramiento del P. Carrión para comisario de los conventos espaiíoles 43 • No pudo entrevistarse con ?slt~. pues se encontraba indispuesto en La– ja 4 4. Desde Madrid se dirigió a Arenys de Mar y dió por terminada la visita, que constituyó un acto posifr.-o contra el r?gimen de h al– ternativa. El episodio no podía por menos de tener serias repercusiones. Rl Comisario Apostólico P. Joaquín de Madrid, que no había interwnidn pnblicamente contra la actividad de,arrollada por Mons. Carrión. tal vez por no desconocer el poderoso valimiento que encontraba en las altas esferas de la Corte. al en!Narse ele los planes del P. General de vi– sitar los conventos de España, y creyendo postfigados y desatendidos sus personales derechos de legítimo y supremo Pastor de los Capuchi– nos españoles, entabló fom1al recurso ante la Santa Sede. El silencio y la aquiescencia del Coniísario Apostólico en aquella coyuntura lrnbie– r:1 rcstahlecido ipsn farto la 1mión con Homa. Pero acaso <>ra perlirle rlernasiado. De todos modos. habi('.nclose mm·iclo las aguas con violen– cia. la situaci<)n empeoró sensiblemente. aun prescindiendo de lo que luego se dirá del movimiE'IÜO revolucionario que iba a estallar de un día para otro. La Congregación de Obispos y Hegulares transmitió el recurso del Comisario Apostólico al P. General para que informara con fecha 2 de septiembre. El P. Nicol:ís estaba precisamente en Castilla y hasta fines de aquel afio no estm·o en grado ele redactar el i!lforme solicitado. Por fin. el H ele diciernhre contestaba a la Congregación v s11 informP fué del todo desfavorable al P. Joaquín: lo ac11saha de inercia y desinte- 42. Cf. Arch. gern•ml O. F. M. Cap.: G. 62. 43. Cf. MELCHOR DE POBLADURA, Los Frailes Menores Capuchinos en Cas– tilla, 234 sigs. -:-:. Allí le ,,rprc11dió la rnvolnción de s,•ptiemlll"e y octubre. CI. IGNACIO DE CAI\IBRILS, O. F. M. Cap., C1onicón de la misión de PP. Capuchinos en Centro Amé– rica, ed. F1·. José Calar,anz de Llava11eras (Barcelona 1888) 163,

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