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12 MELCHOJ'{ DE Y'OBLADURA mas, amaños, intrigas, ardides, etc., de dicha facci6n hipócrita (se re– fiere a quienes pedían la abolici6n), humillando su cerviz ambiciosa y erguida bajo el yugo suave y prudente de la obediencia a su legítimo Prelado. Lleg6, en fin, el día 17 de mayo a Su Majestad la bula de N. S. P. León XII confirmando y autorizando con su suprema y divina po– testa'd al Provincial (era él mismo) escogido y nombrado por Su Ma– jestad Católica de entre el número de los RR. PP. Provinciales actua– les de la Seráfica Religión Capuohina española para su suprema cabeza" 13 • Las relaciones del Vicario General con la Nunciatura, ya muy agu– das en el período de gestación de la crisis, atravesaron por momentos dramáticos antes de llegar a un acuerdo más o menos satisfactorio. Era evidente que el recién nombrado Vicario General. aunque no fuera más que a título de gratitud para con sus bienhechores, sostendría con tesón los derechos y las prerrogath·as que le confería la bula de la al– ternativa. Y, en efecto. encabezaba su primera encíclica dirigida a lo~ subditos de España calificándose de "Vicario General por la gracia de la Santa Sede y del Rey Femando VII". Esta nm·edad adulad0ra (has– ta entonces nadie había mencionado al Rey al lado de la Santa Sede) desagradó al Señor Nuncio y el 31 de julio-ampliando otros informes enviados el 2 de jnnio-elevó una enhgica protesta a la Secretaría de Estado, delatando la conducta seguida por el Vicario General antes y después de su nombramiento; y asegura que su modo de proceder le había hasta enemistado con el Consejo de Castilla, que se había opues– to a dar el regio Exequatur al breve pontificio para impedir su ejecu– ción, si bien aquella enérgica actitud desapareció como pompa de ja– bón ante el decidido apoyo del poderoso Don Narciso de Heredia. con– de de Ofalia. de ideas liberales 14 • Se trataba de un hecho consumado y, aunque fuera con mal disi– mulado disgusto, no había más remedio que respetarlo. La Secretaría de Estado lo lamento al igual del Nuncio; pero los acontecimientos siguieron su curso. Y fué este el ultimo episodio en que intervino la Santa Seéle directamente y por propia iniciativa para eliminar de la 13. Cf. Arch. Vat., Arch.Nun!l.Madrld, Busta 272. · _14. Los documentos auténticos acerca del nombramiento del P. Justo se con– servan en el Archivo de la Embajada de España, Leg. 694 y 753. Cf. BASILIO DE RU– B!, ob. cit., p. 134. En la ya citada Rusta 272 del Arch.Nunz.Madrid, del Archivo Va– ticano, hay varios documentos original~s acerca de los conflictos que surgieron entre el Nuncio y el Vicario r:eneral.