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372 D0NAT0 DE M0NLERAS formadas interprehiciones, ascéticas sobre todo, por lo rxcesivamente parcial y peyoraNvo. Porque, ¿qué interés pueden tener para quien no f.'s de este mundo ro,, los problemas terrenos de los hombres? ¿Qué sig– nificación positiva puede decir todo esto para los cristianos, súbditos de un reino sobrenatural, amundano 5 oc que se rige, por tanto en vir– tud ele leyes inadaptables a e::te mundo en que vivimos? El mismo San Juan -y es ésta una curiosa observación-- consecuente con su concep– ción ontológica de! mundo, no mienta, por ejemplo, para nada el amor u1:;versal, comprensivo, benéfico a todos los hombres, aún a los enemi– gos y mundanos - -paganos herejes.. tan típico del genuino cristia– nismo 000 • No es que niegu-: explícitamente el arnor amplio, sin barre– ras, a todo •'prlijímo", incluso enemigo, pero tampoco lo menciona con– secuente y lógico con las premisas ele su teología ele la caridad, basada en el círculo de la óntica del redimido o hijo de Dios, de los "herma– nos" en una mlsma fe y comunidad cristianas. En una palabra: ¿El mundo y sus problemas son en sí pecado e, al menos, tiener. ur. valor pLtrnmente negativo para el realismo mtegral de la ética cristiana? No. Probar esto, a basé de las mismas fuentes del pensamiento cristiano, con"t;tuiría El lógico complemento del presente estudio, por su misma naturaleza --sin ser erróneo- imperfecto y pé.'rcial. FR. O0NATO DE MüNLER,\S, 0. F. M. Cap. So/amanea 506. lo 18,36. fJJl. Cf. MT 7,12: 22,37-40: 5,43-48: Me 12,28-34: Le 6,27-36: 10,25-37: 14,12-14: GAL 6,10.