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EL MUNDO, SEGÚN SAN JUAN 363 Dios es amor" 4 ' 2 • Otro tanto se concluye a la luz del concepto de la "vida" que poreen los creyentes. Sin caridad no hay vida eterna -la que se recibe al encontrarse con Dios por Jesucristo-- sino muerte rn. Con razón, "a posteriori", concluye San Juan: "Nosotros ;;abemos que hemos pasado de la muerte a !a v:da, porque amamos a los hermanos; quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su her– mano es homicida, y sabeb que todo homicida no tiene vida eterna per,nanentemente en sí m;smn" 41 '. A un mismo tiempo, y con claridad palpable, explica el amor ético y su falta en el hombre cristiano y mun– dano respectivamente. b) Bajo otro punto de vista se ve la razón lógica de este amor fra– terno entre los cristianos. Dada nuestra íntima comunión mutua con Dios ' 40 y, sobre todo, nuestra razón de hijos de Dios, es lógico qus en et amor filial a El vaya implicitamente exigido el amor a los demás hermanos. "Todo et que ama al que engendró (a Dios) ama también r:l que ha nacido de él" 141 ;_ He aquí un bellísimo motivo y testimonio de la raiz de todo amor ético social del 'cr1sfümo. Amar a Dios Padre in– cluye, por su misma naturaleza, el amor H los demás hermanos, hijos úc Dios también, que particip::m de w1a rn;sma vida. "En esto conoce– mo:; que amamos a los hijos de Dios, cuando amáremos a Din," H 7 • De suerte que ontológicarnente y hasta psicológicamente son inconce– bibles el uno sin el otro y se compldan y perfeccionan: "Si uno dij ere: "amo a Dios". y aborrece a su hermano, mentiroso es; pues quien no ama a su hermano, a quien ha visto, a Dios, a quien no ha visto, no lo puede ::imar" 148 • "A Dios nadie jamás le ha visto: sí nos amáremos unos a otros, Dios permanece en nosotros; y :c,u amor ha llegado en noso– tros a su perfección" 44 º. Como fácilmente puede apreciarse, después ele lo ,,xpuec,to en la primera parte de nuestro trabajo sobre la óntica de los creyentes, todo lo que precede es comprensible de sobra. A su luz c,.1bra n,lieve ,;entido la ética opuesta de los mundanos. Preceptivamente: Conforme a esa exigencia natural de la óntica cristiana timen los creyentes norma pos:tiva de Cristo sobre el partí- 442. 1lo 4,8. 443. Aroc 2,4-5. 41-l. ! lo 3,14-15. 445. ! lo 1.7, 446, 1 lo 5, 1. 447, 1Jo 5,2. 448. 1lo 4,20. 449. l lo 4,12.

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