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358 DONATO DE MONLERAS ncstrarum lucernas et 1gne nos suae caritatis inflammans, ut non s,;– lum ipsum, sed quidquid diligit, diligamus" · 108 • Compárese ahora tedo esto con lo que dijimos a propósito del mundo en este particular y co– brará luces y raigambre cntológica la vigorosa concepción yoanca del hombre con relación a Cristo. 2.--Rí!specto de /osdemás hombres: Mundanos y cristianos 1) Respecto de los munda,ws: a) Positivame,,te: Ser norma del mundo, como testimonio viviente, perennt. de Cristo. l.o que es v1:rda– dero esencialmente dicho de Jesús lo es también de sus discípulos. El es la luz del mundo 400 y ellos también son luz · 110 • "Jesús escogió a los discípulos para sí, y después de haberlos sacado del mundo los volve– rá al mundo para convertirlo" m. Por eso pide Cristo que el Padre haga idoneos a los Apóstoles, sacados del mundo, y los consagre mi– nistros aptos de la doctrina evangélica 412 • Pero esto que se refiere di– rectamente a los Apóstoles tiene legítima aplicación a todos los cre– yentes. "En ellos (en los Apóstoles) irradia luz el que es fuent-e de to– la luz, para que ellos iluminen al mundo. Con esto se ilustra más la semejanza de la sal 413 , y se ve mejor la universal acoión de los após– toles y de la Iglesia sobre ellos fundada, que es de iluminar a todo el mundo oscurecido por los errores que ciegan el entendimiento, y pc;r las pasiones que entorpecen la voluntad... Y Jo dicho en general de la Iglesia, y de los príncipes de ella que son los Apóstoles, se entiende• en su modo de los doctores, y de los que tienen cargo de mirar por la salvación de otros, y en general de todos los fieles, pues a todos in– cumbe la obligación de dar buen ejemplo y dilatar la gloria de Jesu– cristo" 414 •. La razón es clara. El sentido y la misión del creyente en el mundo no es otro que ir al Padre por Jesús: Camino, Verdad y Vida 110 , dando frutos de vida eterna permanentemente insertados en Cristo 4 vi 408. LEO MAGNOS, in I lo 4, 19, serm. 12,l; PL 54,169. 409. lo 8, 12. 410. MT 5,14. 411. LAORANOB O.P., El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, trad. de E. Fierro O.P. (Barcelona, 1933) 269.417. 412. lo 17,17. 413. MT 5,13; Me 9,50; Le 14,34. 414. MT 5,14-16; Me 4,21; Le 8,16, SÁINZ S.l., Las parábolas del Evangelio (Bilbao, 1926) 100.111. 415. lo 14,6. 4111. lo 16,16.