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CAPUCHINOS EN VENEZUELA 267 guarao, muy distinta de nuestras leuguas romances". Es una gramática, pero va más allá de la gramática 4 3. Para las tribus de la Misión del Caroní escribió el P. Armellada una ¡_;;ramática y un diccionario 44 • Sabio ensayo sobre un idioma rico en me– táforas y vocabulario. Está hecho sobre las orientaciones de la filología moderna, aunque sin descuidar los cauces ele la clásica. El primer tomo lo ocupa la gramática y el segundo el diccionario. Ya hemos aludido al diccionario español-guarao, guamo-español del P. Basilio de Barral 45 • La edición fue costeada por la Sociedad de Ciencias Naturales «La Salle,,. Consta de 5.140 palabras. Va precedido de un inte– resantísimo artículo del Dr. Johannes Wi!bert sobre el idioma warao. El P. Barral en un folleto maravillosamente presentado imprimió una cartilla en guarno y castellano. Los gastos de la impresión fueron sufra– gados por el Ministerio de Educación de Venezuela. Nada tiene que en– vidiar a cualquiera de nuestras cartillas escolares 46 • Algo fuera de tono en el estudio y la transcripción del idioma de un pueblo es el libro publicado por el P. Armellada recientemente, titulado «Tauron Panton,, 47 • Son leyendas y cuentos de los indios pemones de la Gran Sabana. Respecto a este libro y a su autor escribió el P. Gabriel de Sotiello: «El P. Cesáreo es algo así como el rapsoda de aquellos indios, un extraño Homero que recoge sus tradiciones, sus leyendas y las ha ido ensartando en un libro de presentación atractiva y bien escrito. Un libro candoroso hasta llegar a la "na'iveté" de los franceses)) 4 8. Asimismo Mons. Argimiro Rodríguez, actual Vicario Apostólico de Tu– cupita fue publicando a lo largo de muchos meses en «Venezuela Misione– ra" cuentos y le:,·endas de los indios que misionaba. Cuentos que iban acom– pañados de explicaciones para el lector profano en la lengua indígena y reflexiones interesantes. Sobre la literatura de los guamos también e P. Barral escribió un librito con el epígrafe: «Guarno a Ribu". No tenernos mayores noticias del mismo. Relatos de viajes y vida misionera los tenemos en tres libritos, uno de ellos inédito aún. Es éste el del P. Barral intitulado «Mi batalla de Dios», cuajado de candor, y de belleza espiritual, en el que narra su vida de mi– sionero y marino por los innumerables caños del Orinoco. Otro es el del P. Matallana «Luz en la selva" 49 , cuya tercera edición apareció hace escasa– mente dos años, como homenaje a su muerte. También en él el misionero nos cuenta sus viajes y excursiones por las ,;elvas tropicales de la Guayana (Venezuela). Y, finalmente, citaremos una novela escrita sobre la vida de 4.l. VA0HR0, Antonio, Idioma Gaarao (Caracas, 1965), pp. 342. 44. ARMELL\D,\, Gramá1ica dicciona, io de la lengua pe,nón, dos tomos (Caracas, 1943), po. 316 y 250. 45. BARRAL, Basilio de, Diccionario guarao-cspaiiol, espm1ol-guarao (Caracas, "Sociedad de Ciencias Naturales «La Salle»", 1957), pp. 276. 46. 1dem, Aprendamos a leer, cartilla guarao-espaiiola (Caracas, 1961), pp. 114. 47. ARMELUD.\, C. de, Tauron Panton, Biblioteca Venezolana de Cultura (Caracas, 1964). pp. 276. 48. SoTIELLO, Gabriel de, Venezuela Misionera, agosto de 1966, p. 245, n. 328. 49. MATALUNA, Baltasar de, Luz en la selva, 3. 0 ed. (Madrid, 1967), pp. 300.

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