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EL P. FRANCISCO DE VILLALPANDO 59 Por eso precisamente fué elegido por los Superiores cuando creyeron conveniente y preciso para componer «un curso arreglado de Filosofía y Teología en que se instruyesen los jóvenes capuchinos» 5 • Cosa que tam– bién le encomendó el P. General Erardo de Radkesburgo, cuando en junio de 1776 hacía la visita de los conventos de Castilla, después de haber be– sado la mano al rey y cubiértose de Grande de España de Primera Clase 6 • Por tal motivo en los primeros meses de 1777 «renuncia, al decir del cronista, su Lecturía, para dedicarse a escribir un curso entero de Filo– sofía y Teología, reformando los abusos que en el método de autores y de estudios había en esta Provincia, a lo que le había animado y deter– minado nuestro Rdmo. P. General cuando estuvo en Madrid, lo que con efecto y felicidad ha empezado y se está imprimiendo ya el primer tomo» 7 • Efectivamente : aquel año de 1777 publicaba el primer tomo de su Filo– sofía y al siguiente los otros dos, y asimismo uno de Matemáticas. El ter– cer tomo lo dedicó al Consejo de Castilla, quien se dignó admitir tal de– ferencia. Y justamente con esa ocasión y al propio tiempo la de presentar solicitud para imprimir segunda vez toda la obra, fué cuando el Consejo la propuso como texto oficial en las Universidades y tuvieron lugar los sucesos que motivan este trabajo. Desde entonces, o al menos desde li80, comienza el P. Villalpando a tener una gran amistad con el Conde" de Floridablanca, tanto que, cuando éste va en el verano a San lldefonso, allí le acompaña también el P. Vi– llalpando. Por otra parte, el de Floridablanca debía tener en gran estima al P. Villalpando hasta el punto de que cuando en ese mismo año de 1780 don Tomás de Iriarte, por encargo del propio Conde, elabora el Plan de una Academia de Ciencias y Bellas Letras, el de Floridablanca se lo mandó reservadamente al P. Villalpando para que le informase sobre él, lo cual realizó reprobando dicho plan y propuso otro «muy conforme con sus principios» s. Esa amistad seguirá entre los dos hasta la muerte del P. Villalpando. Por eso dos años más tarde de lo sucedido con el plan de Iriarte, el mismo 5. Ibid., f. l. 6. ,,Viridario auténtico... », ms. e, 499-500. - :\Ielchor de l'OBI,ADURA, O. F. M. Cap., Los Generales de la Orden Capuchina Grandes de España de Primera Clase: Collectanea Franciscana 13 (1943) ~95 ss. i. «Viridario auténtico», ms. c., 503-4. Hn la Provincia de Castilla se estudiaba entonces, por Decreto de la Definición del 10 de septiembre de 1768, la Filosofía por el P. Sebastián DUPASQUIF.R, escotista; la Teología por el P. Bernardo de Bo– LONIA, Capuchino, y la :Moral por el P. Tomás de CHAR:IIES, también Cap'uchino. Cfr. Jbid., p. 435. 8. H. COTAREI.O Y llíORI. Iriartc y su época (:\faclrid, 1897) 231.