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58 P. BUENAVENTURA DE CARROCERA Tres años más tarde se le concedían licencias para confesar, y en 1767 hace las oposiciones a Maestro de Estudiantes. Era un cargo que equivalía al de repetidor o encargado del repaso de las explicaciones del Lector o Profesor ; lo mismo este cargo que aquél se conferían entonces en nuestra Orden por oposición, escogiendo los opositores, después de tres piques, aquel punto, tesis o cuestión que mejor les parecía : uno de Filosofía y otro de Teología, durando la exposición una hora y contestando durante media a las objeciones puestas por sus contrincantes. Tras de eso se ponían a votación los opositores y el que obtenía mayoría de votos quedaba por el mismo hecho nombrado Maestro de Estudiantes. Ese oficio lo desempe– ñaba durante siete años seguidos, al cabo de los cuales, sin otro requisito, quedaba a su vez designado Lector durante otros siete años, o sea tres de Filosofía y cuatro de Teología, de tal manera que los estudiantes tenían durante la carrera el mismo Lector y el mismo Maestro para todo. Justamente el P. Villalpando escogió para las oposiciones la siguiente cuestión de Filosofía : Utrum ínter materiam e.t formam intercedat unio distincta. Y en Teología esta otra : Utrum gratia efficax, prout efficax, ccnsistat in virtute quadam concursum infalibiliter efficiendi, q1w1n ex sua natura non habcat, sed prout subest scientiae Dei mediac. Defendió la primera negativamente y la de Teología prout subest scientiae mediae 2 • Contó por entonces entre sus discípulos a dos estudiantes que habrían de dar mucho honor a la Orden : P. Francisco de Solchaga, más tarde General de los Capuchinos, y al P. Miguel de Santander, ilustre misionero que compartió con el Beato Diego José de Cádiz las glorias del púlpito español y luego sería designado Obispo Auxiliar de Zaragoza. Siete años más tarde, el 6 de octubre de 1775, el P. Villalpando era nombrado Lector de Filosofía 3 • Ya siendo Maestro de Estudiantes y mucho más ahora de Lector comenzó a distinguirse por su talento, de tal manera, que el P. Julián de Cervera, Vicario Provincial de los Capuchinos de Castilla, en un informe que dará más tarde en contra precisamente del P. Villalpando, tendrá que confesar de él que «dicho Padre posee un fondo superior de luces naturales y una instrucción nada inferior en varias materias» · 1 ~- «Viridario auténtico en que florecen siempre vivas las memorias de lo que pertenece al buen gobierno de esta Provincia» [de Castilla]. 11s., <t22-3 (Archivo Pro– vincial de los C8.puchinos de Castilla. 1/00005). 3. Ibid., p. 497. 4. «Informe al Supremo Consejo sobre representaciones y Bula del P. Villal– l)ando», l1echo por eí P. Julián de Cervera (13 ele enero de 1796) (Archivo Provincial de los Capuchinos de Castilla. - J.l.fs . 3/00015).

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