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EL P. FRANCISCO DE T'ILLALPANDO 387 a la ciencia media, que el P. Villalpando defiende, aunque había sido re– probada por el rey, y asimismo el que niegue que las estrellas sean regidas por inteligencias o por los ángeles. Como escandalosas señala el tratado de la generación. Y, sin embargo de ello, termina diciendo que no se resuelve a su prohibición y se contenta con que se supriman las cosas censuradas 76 • A pesar ele eso esta censura del Carmelita Descalzo fué remitida al P. Tomás ele San Vicente, catedrático de Alcalá, Dominico y Calificador del S. Oficio. P<>ro sin que sepamos la cansa pasaron nada menos que nueve años y nadie volvió a hablar para nada del asunto, hasta que al celebrarse en diciembre de 1789 el auto de censura de la obra ele Filangieri, se mandó sacar aparte la censura dada por el Capuchino P. Cárdenas y se pidió al P. Tomás de San Vicente su censura, el cual por aquellas fechas había muerto. Por eso la Inquisición volvió a someter la obra del P. Villalpando a la censura del P. J ulián J\1artínez, Mercedario Calzado, para que por sí y por medio de otro teólogo de su satisfacción reconociese todo y diese su parecer. Lo dieron, efectivamente, el 27 de julio de 1701 77 • En él dicen que en dicho curso filosófico no hay proposiciones derechamente opuestas al dogma católico, aunque sí dignas por lo menos de otras censuras teoló– gicas. Por eso son de parecer se suprima el Proloquio del primer tomo, varias proposiciones, que son poco más o menos las ya apuntadas, y todas aquellas que sean injuriosas. Todas estas censuras foeron remitidas por la Inquisición al P. Villal– pando para que en el término de treinta días contestara y diera satisfac– ción a ellas. Pero lo que hizo entonces el P. Villalpanclo fué acudir al Consejo de Castilla, pidiéndole su protección y que su respuesta sea exa– minada por sujetos competentes, literatos e imparciales 78 • En contestación a esa propuesta del P. Villalpando, el conde de A.randa escribe al Consejo, diciendo que aquél pase a éste las censuras de la Inquisición, al igual que la respuesta dada por el P. Villalpando y que una y otras se entreguen a examinar a sujetos imparciales, pero siempre en– tendido que no se trata de examinar la obra de nnevo, y que los dictáme– nes se pasen a manos del rey 7 ~. 7G. !bid. La censura fué dada el 1 de diciembre de 1780. 77. Ibid., ff. 31-35. 78. Cfr. «Expediente formado en virtud de Real Orden de S. l\L, remitiendo al Consejo un l\Iemorial de Fr. Franciseo de Villalpando, Religioso Capuchino, residente en esta corte, para que tome el Consejo el conocimiento que Je corresponde en el asunto de que trata de una censura de la Inquisición a la obra filosófica del mismo Fr. Francisco. - A. H. N. Consejos, Leg. 5558, núm. 37, ff. 1-2. W. Carta del 16 de junio de 1792, ibid., ff. 3-4.

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