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EL P. FRANCISCO DE VILLALPANDO 383 El informe de la Universidad de Valladolid, otra de las que más com– batieron al P. Villalpando, no dice en el fondo grandes cosas contra él, sino achacarle que tiene defectos de urbanidad y moderación en el es– tilo ; que satiriza a las Universidades y se atreve a ridiculizar sus ejer– cicios al graduarse; que tiene muchas notas. Y en cuanto a su doc• trina no le atribuyen tampoco errores de cuantía, fuer:1 de que, según ellos, defiende la espiritualidad del alma de los brutos, lo cual no es ver– dad, y asimismo de que no es partidario de que se aplique la pena de muerte a los herejes. Y comparando a Jacquier y a Villalpando, dicen que prefieren al primero por ajustarse más a la doctrina ele Santo Tomás. Por conclusión de todo, dicen que no debe innovarse nada sino seguir por Gou– din hasta que se saque el nuevo curso que las Universidades han pro– metido 67 • También la Universidad de Alcalá puso sus reparos a la determinación del Consejo. Poco después de comenzar el curso del afio 1780, todavía eran nombrados comisarios que examinasen los cursos de Jacqme1 y Villalpando y asimismo para que formasen un curso nuevo de Filosofía. Con razón o sin ella se escribió al Consejo diciendo se estaba preparando el curso de Súmulas y Lógica, que terminarían para marzo de 1781, y por eso piden al Consejo que hasta entonces se continuase explicando a Goudin. Pero pasó un año y el texto no apareció, y lo que es más de admirar, al siguiente año y al comenzar el nuevo curso, se vuelve a poner la misma excusa de que se estaba componiendo el texto y que pedía nuevamente se siguiese explicando por Goudin. Pero el Fiscal del Consejo le contesta (25 de sep– tiembre de 1781) diciendo que no hay razón alguna para que se dilate la orden del Consejo sobre Jacqnier y Villalpando; que las Universidades caminan con demasiada lentitud en la formación del curso que prometie– ron; que no se debe continuar explicando por Goudin porque no está a la altura de la ensefranza actual; por ·fa1, que de Jacquier, que había sido adoptado de testo en toda Ttalia, no era fácil encontrar ejemplares. Sin embargo ele eso, todavía el Consejo permitió se explicase por Jacquier el primer curso y por Goudin el segundo y tercero 68 • Así las cosas, la Universidad de Salamanca no se contentó con desobe– decer las órdenes del Consejo, sino que sacó un papel en contra del Padre Villalpanclo, del cual se distribuyeron copias a los del Consejo y a otros muchos, y este mal ejemplo siguieron otras Universidades 69 • 67. «Libro de Claustros», ff. 262-69. (\8. A. H. N. Consejos, Leg. 5432, núm. 21. 69. Expediente citado, f. 260.
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