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321 describe magistralmente la pluma alucinada del escritor ruso- conservan una chispa de responsabilidad y, sobre todo, una ilimitada confianza en el perdón de Dios. El pueblo ruso se siente invadido por la presencia de Cristo y orienta sus pasos hacia la purificación espiritual. Esta «catarsis» convierte a los personajes más degenerados en testimonio vivo de la espe– ranza en Cristo. Puestos a concretar el mesianismo dostoyevskiano, podrían sentarse las siguientes afirmaciones: 1) Rusia ha sido escogida por Dios para proteger los intereses religiosos de la humanidad. Por tanto, LA RAZÓN PROVIDENCIAL DE SER DEL PUEBLO RUSO, SU DESTINO PRIMERO, ES LA DEFENSA DE U. CRISTIANDAD. 2) La historia del pueblo ruso prueba, hasta la saciedad, que el mesia– nismo ruso es desinteresado. Rusia no busca su grandeza política ni el dominio temporal sobre los países balcánicos. BUSCA ÚNICA– MENTE LA UNIDAD PANESLI\VICA QUE AGLUTINE A TODOS LOS CREYENTES CRIS– TIANOS BAJO LA A1\!IGABLE TUTELA DE Moscú. 3) Aunque, en principio, el intervencionismo ruso se basa en postulados religiosos, no se olvida la oportunidad diplomática ni la grandeza mundial: « Y fíjese usted también en esas sencillas palabras: "por la causa de la Ortodoxia" representan de por sí una fórmula política sumamente, pero sumamente importante, lo mismo ahora que para el porvenir. Hasta puede decirse que esa es la fórmula de nuestro futuro». ( Diario, pág. 1.742) 4) El mesianismo ruso es, pues, una visión metafísica de la vida, a cuyo servicio se ponen, de un modo fanático, todas las estructuras tempo– rales: la política, la cultura, el arte y ... la guerra. Ya en un plano realista, se exige como fundamento previo de la potencia física y religiosa la unión del mundo eslavo. 5) El paneslavismo metafísico de Dostoyevsky no excluye de la Orto– doxia a ningún elemento humano. Los hombres ejemplares son un testimonio concreto del valor cristiano de la Ortodoxia. Los tipos degenerados aceptan voluntariamente su destino y se preparan para ingresar en la Cristiandad, con un método de disciplina y regenera– ción: es la catarsis, que hará de hombrecillos lujuriosos y de mere– trices, testigos de la bondad de Cristo. 6) Dostoyevsky considera legítima la expansión geográfica y política de Rusia que facilita su obra de civilización cristiana. Es un propugna– dor incansable de una Rusia dominadora sobre los Balcanes. Su meta principal es la «conquista» de Constantinopla. El eslavismo, sin Cons– tantinopla, quedaría sin uno de los puntales más efectivos en su defensa de los valores cristianos. 7) La capital del mundo eslavo, la tercera Roma que garantiza la unidad orgánica de la Cristiandad, es necesariamente Moscú. Desde Moscú Cristo empezará de nuevo a reinar en el pueblo; y vendrá una nueva etapa de esplendor del Evangelio. Santa Rusia defenderá a los hom– bres del materialismo, del culto al dinero y al poder. J. CALASANZ Gó.'.iEZ ANDRfiS

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