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E L P A D R E n I E (; O D E Q U 1 R O G A 117 ni de sus sermones ni de sus escritos, fuera del contenido de sus cartas que conocemos a través de las referencias dadas en las dife– rentes reuniones del Consejo de Estado. Un hecho por otra parte nos confirmará más y más en ese alto concepto que del P. Quiroga tenía formado Felipe IV y tamb1én sus ministros. La emperatriz María de Austria falleció en Linz el 13 de mayo de 1646. Su cadáver fué luego depositado en la iglesia de los Capu– chinos de dicha ciudad, hasta su traslado al Panteón Real de Viena, existente justamente también en la cripta de los Capu~hinos 92 • Aun después de eso el P. Quiroga siguió allí, en la corte de Hungría, pretendiendo, al decir del P. Torrecillas, ser como capellán de la difunta emperatriz 93 • Sin embargo de ello, Felipe IV no se olvidó de él ni de los servi– cios que le había prestado, ni menos de las bellísimas cualidades que adornaban su persona, y, a pesar de encontrarse lejos de Madrid, el 4 de junio de 1648 le nombraba por Real Decreto confesor de su hija la infanta María Teresa, qµe más tarde llegará a ser reina de Francia por su casamiento con Luis XIV ! 11 • A pesar de eso, aun prorrogó su estancia en Viena hasta 1649, para venir con la archi– duquesa 1Iarian:i de Austria, prometida de Felipe IV. Y es que el Príncipe Baltasar Carlos, primogénito y sucesor en el trono de este monarca, falleció también meses después de su tía María de Austria, el 9 de octubre de 1646. Las Cortes, reunidas a la sazón en 1647, aconsejaron al rey unas segundas nupcias, y el monarca fijó su afrnción pre.:::isamente en su sobrina, la menciondda Archiduquesa Mariana dt.. Austria, hija de Fernando III y de 1faría de Austria, la cual contaba solamente catorce años al concertarse el matrimc,nio el 17 de julio ck 1648. Por indicación y mandato de Felipe IV, como quiere el cronista de Castilla, P. Juan de Monzón 95 , el P. Quiroga debía aco;npañar a la Archiduquesa cuando viniese: a contraer matrimonio. Con ella hizo efectivamenté ei viaje <lesde Viena a España en 1649 y e1. su compañía caminó toda aquella larga jornada hasta doce legu:is antes de llegar a Madrid. Pero no obstante haber gozado el P. Qniroga \l:l. Relación fúnebre infausto sncesll, temprana muerte de la ... Emperatriz 2\Iaría, Infanta de España ... (::l[adrid, 1046). Impreso (B. N. - '.\fs. :l:l77, f. 303). 93. TORRECIU.A, o. e., 297. 94. Archivo del P. :::si. de ::\fadrid. - I'crso;ial. - Cargos. - Q-3. 95. J. IlE ::\I o:szó:s, ms. c., 435. E. F. 7