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EL PADRE.DI EGO DE Q [' I J< O G A 83 dere que 1a señora reina hubiese de enviar su confesor a convertir .algún hereje, es sin duda que aun en esto daría entera satisfacción, .como en todo lo demás, el P. Quiroga. Y así, en su opinión, ninguno puede ir a Alemania de más aprobación. Por lo cual le parece que V. ::VI. debe dar a la reina por confesor al dicho Padre, presupuesto que se consigue con ello el gusto de la reina y tantas conveniencias como se deja considerar para el aprovechamiento de nuestra sagrada religión en persona de tantas partes y crédito como Fr. Diegon. Fi– nalmente asf opinó también el Marqués de Flores-Dávila, diciendo que ccsabe muy cierto que, quien ha tenido la voluntad del Duque de Baviera, son los Padres de la Compañía de Jesús, como hombre que ha tratado religiosos de ella que iban de Alemania a Inglaterra muchas veces cuando el Marqués estuvo de embajador en aquella corte, y que tiene por grandísima dicha que la señora reina de Hun– gría haya hecho elección del P. Quiroga porque sabe cómo es y quién es, y que, cuando no fuera tal, le parece que se debía procurar que la señora reina fuese con todo consuelo de su alma» 16 • Esos pareceres, que de propósito hemos copiado, aunque sólo en parte, dicen bastante de la gran opinión que del P. Quiroga se tenía t:11 la corte, lo mismo por su virtud que por sus letras y excelentes cualidades para el cargo que se le iba a encomendar. i\nte eso, el rey se avino, efectivamente, a nombrar al P. Diego .de Quiroga por confesor de la Infanta y futura reina de Hungría, nombramiento que hizo el 15 de agosto de 1628, con todos los emolu– mentos anejos a dicho cargo 47 • Días después, el embajador de Alemania en Madrid, Conde de Franquenburg, escribía una carta al Conde-Duque de Olivares, y, entre otras cosas, le decb: ((La resolución y el expediente que S. M., -que Dios guarde, fué servido tomar en lo del confesor Fr. Diego de Quiroga y dar título al P. Peñalosa de Predicador de S. M. Católica y de la reina de mi señora, es tan celebrado en la corte, que no he visto elección tan generalmente .aprobada» ' 18 • Siguieron los preparativos para e1 viaie de la futura reina de Hun– gría y el 26 de diciembre de 1629 partía con todo su séquito de Ma– drid en dirección a Barcelona ; con ella .marchaba también su confe- 4fi. Carta de Felipe IV, L c., f. 86. 47. Archivo del Palacio Nacional de l\Iadrid. Personal. - Cargos. - Q-:J y B-47. Quizás la Infanta se confesase ya con el l'. Quiroga desde la muerte del P. Fr. Jnan de Santa María (18 de noviembre de 1627). 48. Simancas. - Estado. - Leg. K-1442, f. m.