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EL SALUOO OEL ANGEL Y DE ISABEL 59 vasto, puesto que su misión supera incomparablemente a la de las de– más creaturas. La razón de esta plenitud de gracia, que hace a María -~jeto de las divinas complacencias es su dignidad de Madre de Dios, como se desprende de las palabras que a continuación apunta el án– gel: "No temas, María, pues has hallado gracia delante de Dios: he aquí que concebirás y parirás 25 • La destinataria del mensaje es aquella que por antonomasia es lle– na de gracia 2 7, de tal manera que este calificativo equivale al nombre propio. Así se comprenden las palabras encomiásticas de los Santos Pa– dres: "Benedictionis novam formulam mirabatur, quae nusquam lecta est, nusquam ante compertam Soli Mariae haec salutatio servabatur" 28 • La bula "lneffabilis" llama a la salutación angélica: "nusquam ;i!ias audita". María ha sido escogida para colaborar en el misterio de amor infi– nito; por eso la gracia concedida debe exceder infinitamente a la de las demás preclaras heroínas del pueblo israelítico. Debora 29 , Judit 30 , Es– ter 31 • De aquí que la tradición haya dado a esta plenitud una extensión ilimitada y los Padres hayan desgranado rosarios de encomios y super– lativos ensalzando la •5 racia excelsa de María. "Huc igitur summa illo– rum pertinet quae maiores nostri de angel ica salutatione litteris con• signarunt: quod ea fuerit novus sermo, nova acclamatio, nova formul:1 benediction is, salutatio insolita, salutatio peregrina, humana consuetu– dine inaudita, nusquam lecta, nusquam antea comperta, soli Virgini re– servata atque eiusdem dinitati unice congrua", de donde se sigue necr- 26. «No se dice llena de gracia, a lo que juzgo, ni porque hubiera concebido, ni porque hubiera de concebir a Cristo, sino porque ella misma en sl, aunque no por sl, estaba llena de gracia, por lo cual se hizo digna de concebir a Cristo, si bien, no hubiera tenido una gracia tan llena y desbordante, de no haber tenido que canee• bir a Cristo; pues a este fin le fué otorgada para que fuese digna madre suya. J. MALDONADO, S. J., Comentarios a los Cuatro Evangelios de S. Marcos y S. I..ucas, traducción del P. JOSÉ CABALLERO, S. J., lMadrid, B. A. C., 1951) 2, 294. 27. «Titulus enim kecllaritomene antonomastice de Maria praedicatur; est qu¡,. si nomen proprium Virginis, sub quo angelus Mariam alloquitur, et quo certo quid mirum, quid particulare, quid ei omnino propríum denotatur... Plenitudo gratiae qua Maria dotatur, excedere videtur omne quod umquam alicui creaturae, Christo excepto, concessum fuit. Plenitudo illa sane crescere potest et de facto crevit mo• mento salutationis ac conceptionis in ordine ad novum officium rite ac perfecte adimplendum; est quasi complementum quod superplenitudo dici posset». F. CEUP· PENS, O. P., Tlleologia Bíblica, (Romae 1948) 4, 69. Cfr. En el mismo autor más am• plia bibliografía. 28. S. AMBROSIO, (ML. 15, 1636). 29. Judit 4, 5. 30. Judit 13, 14. 31. 14, 15.

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