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62 p • C A R L O S DE VILLAPADIERNA nales y asistencia singularísima por parte de Dios, a fin de que pueda cumplir fielmente el oficio asignado. El cántico del "Magníficat" es el mejor comentario al saludo del ángel y de Isabel, y en él vemos cómo la fuente y la razón de ser bendita entre las mujeres es precisamente su elección para ser Madre del Hijo Altísimo; ~e halla el saludo en un contexto en el que se recalca el cumplimiento de la promesa hecha a los Patriarcas en favor de Adam y su descendencia: "Porque ha mirado la humildad de su sierva ... ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso cu– yo nombre es Santo... por eso todas las generaciones me llamarán bien– aventurada". La raíz profunda que sustenta toda la dignidad de María en sí misma y ante las gentes es su oficio de Madre de Dios 42 111 ALCANCE DE LOS TEXTOS Hemos analizado minuciosamente el saludo del ángel y el de Isabel a Marta, según el texto y el contexto. Ahora nos preguntamos: estas tres fórmulas expuestas ¿contienen el privilegio de la Inmaculada Concep– ción de tal manera que no puedan explicarse satisfactoriamente de otro modo? Muchos teólogos y exégetas ven el privilegio insigne de María im– plícitamente revelado en las mismas palabras y 3 fortiori lo admiten todos aquellos que encuentran en el texto revelado el privilegio de la Asunción de María a los cielos 43 • Todos ellos más o menos argumentan de la misma manera: En el sa– ludo ;mgélico se atribuye a María plenitud de la gracia. Es así que esa plenitud no sería perfecta si no se extendiese también al primer ins– tante de la existencia personal de María. Luego la plenitud de la gra- 42. Quiero copiar las belllsimas alabanzas a la Virgen de san Pedro Crisólogo, comentando las palabras: «Et c::,gitabat qualis esset ista salutatio: «Cogitat ergo Virgo, quia cito respondere est faciliatis humanae, cogitare vero ponderis est ma– ximi et Judicií permaturi. Quantus sit Deus satis ignorat ille qui huius Virginis men– tem non stupet, animum non miretur: pavet coelum, tremunt angeli, creatura non st.:stinet, natura non sufficit, una puella sic Deum in sui pectoris capit, recipit, oblec– tac hospitio, ut pacem terris, coelis gloriam, salutem perditis, vitam mortuis, terre– ris cum coelestibus parentelam, ipsius Dei cum carne commercium, pro ipsa domo exigat pensione, pro ipsius uteri mercede conquirat et impleat illud prophetae: Ecce haereditas Domini, filii, merces, fructus ventris (Ps. 126). (ML 52, 577). 43. «Neque minus ex iis infertur hisce encomiis «tacite)) quoque significari im– maculatam Vírginis Conceptionem eiusque ab omni !abe peccati immunitatem per– fectam)). KNABENBAUER, Commentarium in Evangelium secundum Lucam (París 1905) 67 Cfr. G. ROSCHINI, O. S. M., 1l:1ariologia. (Brescia 1942) 3, 25; G. ALASTRUEY, Mariología. (Vallísoletí 1934) 1, 195 ss; L. DA FONSECA, S. J., L'A.ssunzione di Mari,:, nrlla Sera Scrittura: «Bíblica» 28 0947) 355 ss.; ANGEL LUIS, C. SS. R., Com– paración de los c;gumentos asuncionistas. «Estudios Marianos)) 6 (1947) 299, M. PEI-

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