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Et SALUDO DEL ANGtL Y DE ISABEL 61 encomienda una misión singular y ardua 39 : A Gedeón, triste y abatido ante el poder de los Madianitas le dice el ángel del Señor: -"Javeh es contigo, oh guerrero valiente! Yo seré contigo y derrotarás a los ma– dianitas como si fuesen un sólo hombre. Díjole entonces Gedeón: -Si he hallado gracia a tus ojos, dame una señal de que tú eres quien ha– blas conmigo". El Señor se aparece una noche a san Pablo en Corinto para confortarlo: "No temas, sino continúa hablando y no te calles; pues yo estoy contigo y nadie pondrá en tí sus manos para hacerte mal" 40 • La misma estructuración tenrmos en el pasaje que nos ocupa: El Se– ñor está con Maria; se le recomienda confianza. No temas María, pue~ hallaste gracia a los ojos de Dios... Dios está con ella... y a continua– ción se le anuncia la misión que, aunque ardua podrá cumplir con le,, auxilios divinos: "He aquí que concebirás y darás a luz un Hijo, a quien darás por nombre Jesús". La preposición meta indica una prese:nc;a eficaz de Dios que dirige sabiamente al hombre hacia el cumplimien– to pr·rfecto de la obra encomendada. Las palabras del ángel muestran que a l\1aría se le ha confiado una misión excelsa y difícil, pero que po– drá cumplir perfectamente, gracias a los auxilios especiales que Dios le concede. Esta asistencia y protección son directamente proporcionales a la misión confiada. Antes de la concepción de Cristo, Maria es saludada llena de gracia y esta plrnitud, no le compete por razón de la presencia del Hijo de Dios en su seno, sino por razón del oficio a que está llama– da, y ese oficio es la maternidad divina como confirman las p1:1labras de· Isabel: B. EL SALUDO DE 1SABEL: !}endita entre !;as mujeres. Este saludo de Isabel, /Jendita entre las mujeres, contiene evicJt:n,. temente una bendición, un favor único y excepcional que distingue 2 María y la eleva sobre las demás mujeres, cuya medida se deduce de las relaciones íntimas de María con Aquel de quien se ha dicho: "et bene– dictus fructus ventris tui". La razón íntima de sus gracias y privilegios nace de esta únión intima con el Hijo de sus entrañas. Y esto basta para di ,tinguir a i'llaría inmcnsaml~nte de las demás mujeres como manifir:s– tan las palabras de Isabel: "De dónde a mí que la Madre de mi Señor venga a mí. .. ? 41. Las palabras del ángel, unidas a las de Santa Isabel nos hablan de una misión singular encomendada a María y de unas gracias excepcio- 39. Jud 6, 12. 40. Act 18, IMO. U. Le, 4.S,

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