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b) Naturaleza y alcance de esta participación. Vamos a exponer en forma esquemática y con toda la claridad posible el pensamiento de Pío xn en la encíclica M edi'ator De'i 1 • Cuando se dice que los fieles son oferentes, y que «ofrecen» el sacrificio de la misa, conviene, ante todo, distinguir el sentido y alcance de las palabras «ofrecer», «ofrenda» y «ofrecimiento». «Ofrecer», en el sentido teológico más riguro– so y técnico, significa «inmolar, sacrificar la víc– tima y - en su caso-, destruirla física o místi– camente en honor de. Dios». Hablando en concreto de la misa, «ofrecer» este sacrificio en sentido riguroso y técnico significa «inmolar» mística y realmente a Dios por medio de las palabras ri– tuales; hacer presente a Cristo sobre el altar en estado de víctima. En el lenguaje corriente ha– blamos de «consagrar», realizar el acto de la con– .sagradón. «Ofrecer» en un sentido más amplio - aun– que siempre dentro del lenguaje religioso y sa– grado- significa poner cualquier acción en torno a la víctima, ya sea cuando ésta va a ser inmolada, ya también sobre la víctima después de la inmo– lación. Tales actos serían: presentación a Dios de la víctima que se va a inmolar, o presentación de la misma ante la divinidad para conseguir con más amplitud determinados efectos espirituales: adoración, acción de gracias, petición. En lenguaje español corriente, «ofrecer» suele 75

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