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sacrificio de la misa : Jesucristo· en la última cena instituyó la nueva pascua, nueva víctima pascual que ha de ser inmolada sacramentalmente por la Iglesia, por ministerio de los sacerdotes 33 • Aquí son los sacerdotes «ordenados» los que inmolan a Cristo; pero ellos obran en nombre de toda la Iglesia, compuesta de los fieles todos. Al inmolar toda la Iglesia en cuanto comunidad cultual, todos los bautizados inmolan. El sacerdote «ordenado» es representante de la Iglesia en este acto público y social de ofrecer el sacrificio. En otra parte se dice que la misa es siempre un acto público·, aun– que se celebre en retiro, sin asistencia de fieles. Ya que en todo caso el celebrante cumple su función no como acto propio, sino como acto de todos aquellos que son uno en Cristo, acto de todo el cuerpo místico. En la liturgia de la misa se encuentra con fre– cuencia esta idea. Ya está el hecho básico de que la misa es por su esencia un acto de culto comu– nNario. Ateniéndonos al «ordinario» de la misa romana, recordamos estos textos: In spiritu hu- militat'is..., Orate fratres, ut meum ac vest'rum sa- crificium... , Et omnium circunstantium..., Hanc ig1 1 - tur..., Unde et memores... Los santos padres encontraron oportunidad para exponer esta doctrina comentando las palabras de 33. «Nam celebrato veteri Pascha... novum instituit Pascha, se ipsum ab Ecclesia per sacerdotes sub signis visibilibus inmolandum in memoriam transitus sui ex hoc mundo ad Patrem», Dz 938. 72

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