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La ·sangre del cordero pascual, impresa sobre las puertas, hacía ver al ángel que los habitantes de aquella casa eran «elegidos» de Dios para la salvación y liberación de la esclavitud. Es una imagen bíblica del carácter bautismal. Marcados por el carácter, los cristianos aparecen ante Dios como hombres «conquistados», redimidos por la sangre de Jesús. Ante el Padre aparece el bauti– zado como muerto al pecado y resucitado para Dios. Como· si la sangre de Cristo dejase una marca imborrable en el alma, marca por la cual Dios y los demás hombres nos reconocen como «r.edimidos» por Cristo y consagrados al culto del Dios trino en Cristo Jesús. d) Exti'ende hasta nosotros la: unción mesiá– nica de Crz'sto y nos configura con Él. Todo ca– rácter nos da una participación en la unción me– siánica de Cristo: en la dignidad-misión,destino mesiánico de Jesús. Bajo diversos aspectos y en grados diversos en el bautismo, confirmación, or– denación sagrada. Esta participación en la dignidad mesiánica de Cristo importa - entre otras consecuencias que hemos de exponer - una diputación, misión,. ha– bilitación oficial para ejercer los. actos que perte– necen al· culto cristiano y para recibir o ser intro– ducidos en los «misterios» (sacramentos) de ese mismo culto.· Todo bautizado queda capacita– do y consagrado para ejercer la función sacer– dotal de Cristo. En su sentido más amplio, la fun- 63

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