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cristianos. Mediante esa vida santa se va forman– do Cristo en nosotros y va progresivamente ad– quiriendo en n_uestro interior los rasgos que le ·son característicos 19 • Es éste uno de los, grandes temas · de la teología espiritual y de la mística experi– mental. Pero el místico cristiano no hace más que experimentar la realidad que ya había recibido en el bautismo 20 • III. EL BAUTISMO, SACRAMENTO DEL CUERPO MíSTICO En la actual economía de salvación no es po– sible participar de la vida divina sino en Cristo, y a Cristo lo encontramos únicaiµente en la Igle– sia. Para los hombr~. ·Dios se hace accesible en· su templo, que es el cuerpo de Cristo, en el cual habita corporalmente la divinidad. Por eso se prevé que entrar en la familia de Dios ha de ser entrar en el recinto donde vive la Trinidad: el cuerpo de Cristo. Porque los pecadores viven en un desierto, pero la Iglesia está llena de la San– tísima Trinidad, según frase de Orígenes 21 • El cuerpo de Cristo, donde vive la Trinidad, es el cuerpo físico, la carne del Señor y también 19. Los anteriores textos y otros pueden verse en M. SCHMI\US, Dogma– tik, tomo 1v(l Munich 1952, p. 101; trad. cast. Riasp. Madrid 1961, vol. VI 20. Sobre la vida del cristiano en la Trinidad cf. SAN JUAN DE LI\ CRuz, Llama de amor viva. Véase A. A. ORTEGA, Razón teológica y ex• periencia mfstica, Madrid 1944, p. 133 ss. 21. Select. in Ps. 23, 1; MG. 12, 1265. 41
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