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El vestido blanco de los antiguos recten bau– tizados y el velo blanco de nuestra actual liturgia romana, simbolizan la resurrección a nueva vida; la alegría y el triunfo de la gracia sobre el peca– do; la limpieza del alma, donde todo lo que ten- ga razón de pecado ha desaparecido. .. El rito bautismal que sumerge al bautizand.0 0 y luego lo saca del agua es un signo simbólico y eficaz de la muerte y resurrección de Cristo, según explica extensamente san Pablo (Rom 6). El su– mergir en el agua significa y realiza la muerte y purificación de todo pecado; el salir del agua sim– boliza y verifica la resurrección a nueva vida. Como Cristo en su muerte murió del todo a su condición «carnal» (sárkica) áe modo que las leyes del existir terrenal ya no le afectan en nada, así espiritualmente el cristiano murió del todo a su condición de «pecador» y las leyes de la antigua existencia pecaminosa ya no tienen por qué afectarle más. La extenslón de la remisión del pecado es uni– versal, afectando a todo pecado mortal o venial; a la pena eterna del pecado; a la pena temporal debida por el mismo. Finalmente, conviene recordar aquí, como en cualquiera de los efectos que produce ~I bautismo, el sentido «escatológico» del mismo. El bautismo sólo inicialmente nos introduce en las realidades sobrenaturales por él significadas. En el NT se expresa este sentido escatológico diciendo que el 38

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