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«proclama» hijos de Dios. El sacramento es un . signo sensible y en cuanto tal conserva el carácter de una auténtica proclamación pública y solemne del misterio que interiormente se verifica. Jesús, inmediatamente después de su bautismo, aparece totalmente entregado a la voluntad del Padre, bajo el impulso del Espíritu. Toda su existencia es un «desvivirse» por el Padre, «para cumpUr su obra» 9 • Así logra «manifestar» ante el mundo su cualidad de Hijo de Dios. Cada hombre que es bautizado recibe la lla– mada del Padre, del Hijo y del Espíritu para entrar en relaciones familiares con los trés. El neófito responde con la fe y la promesa jmada de fideli– dad a Cristo y a Dios. Su nueva cualidad de hijo la ha de manifestar en la obediencia al Padre, en el Hijo bajo el impulso del Espíritu. San Juan ve el bautismo como el momento pre– ciso en que la vida eterna se comunica a cada hombre y lo hace entrar en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo (1 Jn 1, 3). •La vida, como en su fuente, está en el Padre. El Padre dio la vida al Hijo, el cual vino a dar la vida al mundo po·r medio de su carne. Y a los que lo recibieron les dio poder de venir a ser hijos de Dios, a aquellos que creen en su nom– bre... y son nacidos de Dios .(Jn 1, 12). El naci- 9. Jesús bajo la acción del Espiritu, en Le 4, 22; 4, l; 4, 18; 10, 21; cumpliendo en todo la voluntad del Padre, en Jn 5, 30; 4 ,34; S, 19-30. 29
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