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rir» al lado de Jesús crucificado. entonces ha en– contrado el sentido más hondo de la muerte dentro del misterio de· un Dios que muere. VIII. BAUTISMO EN LA CURA DE ALMAS ·Hemos mantenido la intención de que nuestro estudio sobre la «teología bautismal» tenga un carácter «kerigmático». Es decir. que sea una ex– posición del misterio del bautismo tal que, asimi– lada por el_ pastor de almas. pueda servirle de alimento, guía y orientación en la predicación y apostolado en general. La «teología bautismal» es la mejor preparación para una fructuosa práctica pastoral en torno al bautismo, ya que nada hay más «práctico» que una buena teoría. Sin em– bargo, todavía vamos a completar nuestra expo– sición con un esquema de orientaciones «más prácticas» en torno al bautismo 46 • l. Prediquemos al, pueblo cristiano la grandeza del bautismo. La famosa frase de san León: Agnosce, o christkme, dignitatem tuam!, ha de hacerse com– prender a los fieles por la predicación ·frecuente 46. Sobre el tema de esta sección véase, especialmente, E. WALTER, Fuentes de santificación, p. 13-14. RAu-RUTA, El Bautismo..., p. 146-257. P. TH. CAMELOT, Spiritualité du baptéme. 110

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