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l. GLORIFICACION bEL NOMBRF: DE DIOS En Dios todo es esencialmente santo. Nada intrínseco podemos añadir a sus perfecciones. Pero las criaturas pueden darle gloria externa : alabar, bendecir, santificar y glorificar su nombre, su persona y sus atributos. Dice Santo Tomás, explicando esta palabra sanctificetur, esto es, lo que es en sí santo se manifiesta santo en nosotros, no para aumentar algo en sí mismo, sino para que se aumen– te la manifestación de su gloria en nosotros (3). Pedimos que el nombre de Dios sea santificado por nuestras obras. El fin de los· hombres todos del universo es glorificar y santificar el nombre de Dios. Escribe Santo Tomás de Vi– llanueva: ce ¿Para.qué decir sea santificado lo que es siem– pre santo y glorioso? ¿Cómo se santifica en nosotros, sino cuando es alabado y magnificado por nosotros? Se san– tifica cuando digo que tu nombre sea conocido, alabado, bendecido y magnificado por el mundo universo, por todas las gentes, por todos los pueblos y por todas las naciones» (4). El P. Titelmán, Capuchino, añade: «Da, Señor, que conozcan la virtud y la gloria de tu nombré todos los habitantes de la tierra, y con debida fe y justo culto le santifiquen y le honren» (5). · Finalmente,, S. Buenaventura dice que se ruega en esta petición que la santísima verdad· de la fe sea cono– cida por los infieles .(6). Dios quiere que su nombre sea santificado, es decir, glorificado, bendecido y alabado por todo el mundo, todos los hombres, todas las edades, todas las lenguas, todas las razas y todos los seres. Los tres niños de. Babilonia invitaban a todas las cria- (3) S. 'Thom., Exposit. in Matt., cap. VI, pág. 70, Parmae, 1861. (4) fo Dom. V post Pascha concia,. I, 613, Mediolan., 1760. (5) Franciscus 'Titelman, O. F, M. Cap. Elucidat, in Matt., cap, VI, pá. 19, Parisiis, 1545. (6) Super Reg. FF. Min., cap. III, Opera Omnia, t. Vlll, pág. 407. Quaracchi, 1908.