BCCCAP00000000000000000000639

o también a un pastor q'tle .busca la ovejita perdida para llevarla al ovil (i9). A Di.os sabio y bueno acompaña él poder, al cual nada puede resistir (20). Dios puede todo lo que quiere, su po– der es igual a su voluntad. Si Dios nos ha dado la vida nos dará también los medios para nutrirla. Si vi·.ste a los lirios del valle y nutre a los pajaritos del cielo; ¿cuánto más a nosotros sus hijos? Sin su permiso no cae un ca– bello de la cabeza, ni una hoja del árbol; ¿cuánto menos se desarrollará nuestra vida sin su consentimiénto o per– misión? Si Dios está con nosotros, ¿quién eontra nos– otros? (21). Echa sobre Yavé el cuidado de ti, y El te sos– tendrá, pues no permitirá jamás que el justo vacile (22). Ten confianza en la divina providencia, que dispone todas las cosas para el bien de los elegidos.. Dios, mi Padre por creación, mi Padre por conserva– ción, mi Padre por· providencia; ¡ de cuántos· malés me has librado! ¡ Cuántos beneficios me has concedido! ¡ Cuántas muestras de amor. me has dado! Esto que conmigo has hecho, lo has hecho también con todo el mundo, con todos los hombres. Ninguna nación, ningún pueblo, ninguna religión tiene un Padre celestial tan bondadoso como los felices hijos de la Iglesia católica. Examen. - ¿Medito con frecuencia en los beneficios de la creación, conservación de mi ser y de todas las cosas? ¿ Cuál es mí fe, mi confianza, mi abandono en la Providen– cia? En todos. los acontecimientos, circunstancias graves, accidentes penosos; adversidades de la vida,, ¿acierto a .des– cubrir el dedo de Dios? ¿, Cómo explicar mis tristezas, mis sufrimientos, mis quejas, y hasta mis rebeldías frente ,a los fracasos, a las contrariedades, sino por falta de humilde su– misión a las disposiciones providenciales? Yo mismo he or– ganizado mi vida y pretendo que todo suceda como yo deseo. (19) Joann., X, 16. (20). Esth., XIII, 9. (21) Rom.. VIII, 31. (22) Ps., LIV, 23. 21

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz