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remos perdonar a todos, así como tú perdonas y desea!'.l que nosotros perdonemos también a nuestros deudores. Señor, perdónanos de corazón y perdónanos según tu infinita misericordia. A.mén. No nos dejes caer en la tentación. Los pobres hijos de Eva son combatidos por todas partes. La vida del hombre es una milicia continua sobre la tierra. El mundo, demonio y carne tientan al hombre al mal. No te pedimos ser libres de las tentaciones, pues .Tú mismo las permites y pueden ser de provecho para el hombre. Te pedimos que nos libres de caer en la tentación, de cometer las culpas, de ofenderte con el consentimiento del mal. Danos fortaleza para combatir y vencer. Da fortaleza a los misioneros que se ven en tantos peligros, ayuda a los neófitos en la práctica de las virtudes y en el cumplimien– to de los preceptos. Ilumina a los. paganos para que co– nozcan la verdad y dales valor para que la abracen. Con– cede a todos gracias abundantes para que ninguno perezca y todos se salven. Amén. Mas libranos ael mal. Líbranos de todos los males pasados, presentes y futuros, materiales y espiri– tuales y eternos. Líbranos de las enfermedades, de las desgracias, de las ignorancias, de los errores. Líb:mnos de las ocasiones de pecar, de los asaltos del enemigo, de las ilusiones del mundo, de los halagos de la carne, de tantos pecados como se cometen. Líbranos de la soberbia, de la lujuria, de la avaricia, de la venganza, de la ira, de las malas compañías. Líbranos, Señor de la muerte eterna. Extiende tu protección y tu bondad a todos los hijos del universo redimidos con la Sangre de tu Hijo Jesús, a fin de que esa Sangre no sea ipútil o infructuosa. Descien– dan sobre la humanidad entera las gracias de bendición y de vida. Que toda la tierra se llene de tus misericordias para que todos consigamos nuestro fin supremo y te po- !45 10". -Meditaciones