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ven. Dios nos ha creado para su gloria y para nuestr~ bien eterno. Arnén. Qu.e tu nombre sea santificado, glorificado, ala· bado sin límites. Que lo santifiquen los ángeles, los san– tos, los hombres, los seres sensib.les e insensibles, las cria– turas todas del "universo. Que todo lo que has creado te glorifique. Infunde la luz de la fe a todos los infieles, ateos e in– crédulos para que conozcan y santifiquen tu santo nom– bre. Para que ellos y nosotros unánimes glorifiquemos a Nuestro Padre Celestial. Am.én. Qu~ venga a nosotros_ t14 reino, es decir, tu Igle– sia con todos los tesoros que en ella has depositado de doctrina, de gracia, de sacramentos, de preceptos, de san– tidad. En ella y por ella se aplicarán los frutos de tu re– dención copiosa y nos salvaremos. Que este tu reino se extienda por todo el mundo, que eche profundas raíces en todos los pueblos y naciones. Que este sea el reino único que destruya todo otro reino de idolatría, de pagani13mo, para que cesen los cultos falsos, los pecados abominables. Que todo el mundo, por. medio de los misioneros; se conquiste para el único Rey pacífico y universal Cristo Jesús. Amén. Hágase tu voluntad, asi en la tierra corno en el cielo. Que se cumpla tu voluntad por los preceptos, por los consejos evangélicos, por las inspiraciones del Espíritu Santo, por la obediencia a todas las leyes y superiores le– gítimos. Que se cumpla tu voluntad luchando contra la voluntad del mundo, del demonio y de la carne. Que se cumpla tu voluntad, única norma santa y justa. Tu voluntad es que los hombres conozcan a Jesucristo tu Hijo Unigénito, a quien mandaste a este mundo para redimirlo. Es tu voluntad que se envíen operarios a tu viña, porque son muy pocos para recoger la copiosa mies madura que se encuentra en los campos del Señor. 143 10, -Medltacloaea