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III. LIBERACION bE LOS MALES MORALES Los males morales son los pecados, las culpas graves o leves, las adversidades, las tentaciones de los enemigos, las derrotas espirituales, los combates perdidos; la pérdi– da de la inocencia, de la gracia, de las virtudes y de otros bienes de orden moral. ¡ Cuántas violaciones de las leyes naturales y positivas, eclesiásticas y civiles! ¡ Cuántos desórdenes, injusticias, venganzas y escándalos! La soberbia, la envidia, la luju– ria, la ira, nos hacen sufrir en todo momento. Si se con– desciende, llevan a la ruina moral ; si se resiste, es nece– saria la violencia, la abnegación, la mortificación. En todo caso el sufrimiento es necesario. Estos males físicos, intelectuales y morales, conside– rados en el prójimo, causan tristeza y compasión. Sefl.or, lfbranos del mal. IV. LIBERACION DE LA MUERTE ETERNA Todos estos males son temporales, tienen fin. Nos po– demos consolar con la esperanza del término. Pero el mal supremo, terrible, inconsolable es la muerte eterna. ¡ Per– der a Dios para siempre! Vivir eternamente en el infier– no 1 ¡ Qué mal! ¡ Qué dolor! ¡ Qué angustia! ¡ Pensar que no terminará nunca la condenación 1 ¡ Oh Señor 1, líbra– nos de este mal terrible, el verdadero mal, el único mal sin remedio. A morte aeterna, libera nos, Domine. V. LIBERACION DEL PURGATORIO La existencia del Purgatorio es un dogma de fe. Según la doctrina de los teólogos se sufre la privación temporal de la visión intuitiva de Dios y otras penas temporalei 138