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La vida eterna será consecuencia de la buena vida tem– poral. Si aquí vivimos la vida de la gracia y nos alimen– tamos con la Eucaristía, sin duda que obtendremos la vida eterna en el cielo, oonde Dios .saciará todas nuestras potencias intelectuales y penetrará toda el alma. Y des– pués de la resurrección saciará también nuestro sentido y todo nuestro cuerpo glorificado. No temerá la corrup– ción, ni el dolor, ni la sed, ni el hambre, ni necesidad alguna de las que tenemos en este mundo. Examen. - ¿Pjdo a Dios, con fe y humildad, el pan de la vida sobrenatural? ¿Conservo en mí el elemento de vida divi– na recibido en el bautismo? ¿Me nutro todos los días con el Cuerpo y la Sangre de Jesús Sacramentado? ¿Asisto a este banquete, eucarístico con devoción y me nutro de ese pan divino que comunica fortaleza y auxilio? ¿Busco con ansia saciarme de ese maná bajando del cielo para poder atravesar el desierto peligroso de la vida? Suplico a Dios que alimente mi cuerpo con el pan mate– rial; mi mente con la doctrina evangélica; mi corazón con la caridad verdadera; mi persona con la obediencia per– fecta. Propósitos. -Todos los días pediré el pan necesario para la vida corporal, pero con mayor fervor e interés suplicaré el pan para la vida sobrenatural del alma. Jesús es la vid y nosotros somos los sarmientos. Procuraré estar siempre uni– do a la vid para recibir su savia y mediante ella vivir, flore– cer y fructificar. Comunicaré el alimento espiritual a todos con la instruc– ción, la catequesis, la predicación, las publicaciones, la ad– ministración de sacramentos, particularmente la Eucaristía, Pan de vida eterna. Peticiones. - Pediré al Padre celestial que el pan nuestro de cada día, tanto material como espiritual, le conceda, no sólo a los católicos que viven en la casa paterna; sino tam– bién a todos los hombres de cualquier condición y religión