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AYUD.AD !ME.-COOPERACTIÓN MISIONERA 69 sia; quitad el Sacrificio visible, al cual todos deben part1cipar, para prestar a Dios el culto a Él reservado; entonces necesariamente quitaréis la razón de la nece– sidad de la propagación de la religión en el mundo, necesidad que nace del deber del reconocimiento indi– vidual y social de nuestra dependencia de Dios. Quitad la idea de una Iglesia visible, a la cual de alguna ma– nera deben pertenecer todos los hombres para obtener la salud, y reduciréis la Iglesia a una sociedad de pre• destinados, escogidos por puro arbitrio divino, y as.í comprenderéis que la idea misionera .resulta un contra– sentido y el ejercicio de ella una contradicción" (2). ARTÍCCLO 2.' 0 De nÚestras relaciones con el prójimo. El deber misional se manifiesta también claro en el , precepto de la caridad para con nuest.ro pró]imo. La obligación de socor~erlo es proporcionada a la necesidad que tiene de nuestra ayuda. Ahora bien, los que viven fuera de la Iglesia catóHca, única arca de salvación, pueden encontrarse en leve, grave o extrema necesidad espiritual (3) ; luego la caridad urge que se les ayude (2) ll dovere sociale e individuale della cooperazione missionaria. En Teología e Missioni pág. 107. . (3) "In necessitate extrema reperitur, qui sine alieno auxilio aut nullatenu·s aut solum cum maxima difficultate aeternam damnatio– neril certo et proxime ínstantem effugere potest, ut infans sine baptismo aut haereticus sine poenitentia moriturus. In gravi necessi– tate spirituali repe:r-itur qui ex periculo damnationis, quamvis non stricte proxime instantis, ·sine alieno auxilio solum cum magna dif– ficultate s'e liberare po.tcst, ut peccator christiani,s rudis in morte, qui nonnisi cum magna difficultate actum contritionis elicere potest. In levi neces,siiate. spirituali reperitur, qui ex pericufo damnationis