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58 DR. P, PÍO M,ª DE MONDREGANES, O, F. M!, CAP, Pío XI diciendo: "Legimus quidem non uni Petro, cuius Cathedram obtinemus, sed omnibus Apostolis, quorum vos in locum successistis. Iesum Christum praecepisse: Euntes in mundum universum, praedicate Evangelium omni creaturae: unde liquet propagandae fidei curam ita ad nos pertinere, ut in laborum societatem Nobiscurn venire, Nobiscum in hac re adesse, quantum singularis ac propria vestri perfunctio muneris sinit, sine ulla du– bitatione debeatis" (14). Tanto Benedicto XV en la Maxi– mum illud (15) como Pío XI en la Rerum Ecclesiae (16) exhortan a los Obispos a procurar y conservar las voca– ciones misioneras, urgentes por la escasez de los opera– rios evangélicos; a fomentar el espíritu misionero en el pueblo cristiano, a fin de que cooperen, en la medida de sus fuerzas, a las apremiantes necesidades de las mi– siones católicas. Es claro que a los Prelados que están al frente de las sagradas misiones incumb~ más de cerca el deber de propagar la fe; y en ellos, más que en nin– gún otro, ha depositado la Iglesia la esperanza de la amplificación del cristianismo (17). ARTÍCULO 3," Deber misional de los sacerdotes diocesanos. Después del Sumo Pontífice y de los Obispos los sacerdotes están obligados a cumplir con la parte que les corresponde en el mandato de Cristo. (14) Rerum Ecc1esiae, 28 febr. 1926, XVIII, ,págs. 68-69. (15) AAS., 1919, XI, pág. 452. (16) AAS., 1926, XVIII, págs. 70-71. (17) Maximru:m illud. AAS., 1919, XI, plág. 442.