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AYt/DÁDME.-éóóPEI(ACIÓN 1v~IS10Nl!:ilA 45 des universales de la Iglesia denu1estra verdaderamente la naturaleza católica de· la Iglesia viviente. ·EL espíritu misional y el espírít~i católicó son una misma cosa. La catolicidad es la principal nota de la verdadera Igle– .sia: hasta el punto de que el cristiano no se adhiere y se vincula en lo más mínimo a la Iglesia si no se siente igualmente adherido y vinculado a la universalidad <le _los fieles, y si no desea igualmente con ardor que 1a misma eche raíces y florezca en todos los lugares de la tierra" (26). "Nada, pues, es más extraño a la Iglesia . ' de Jesucristo que la división, o que sus miembros se aíslen, o que atiendan más de lo justo a sí -mismos, o, en fin, que de algún modo busquen únicamente el pro– vecho particular de su· propia asociación. Estos afanes hacen que una comunidad particular cristiana, cualquie– ra que sea, se encierre en sí misma. Madre de todas las naciones y de todos los _pueblos, lo mismo que de todos los individuoi;;, la Iglesia, Sancta Mater Ecclesia, no es ni puede ser. extranjera en ningún lugar; vive, a lo menos por su naturaleza debe vivir, en todos los pueblos" (27). (26) . Radiomensaje del 24 de novie~Te de 1'946. Discursos ¡¡ ra– diomensajes, .VIII, págs. 328. (27) Radiomensaje de Navidad de 1945.. A.AS ., XXXVHI, 1946, pá– gina 18. Cfr. Fid,e¡d•onum. AAS., 1957, XLIX, pág. 237.